Un reportaje del New York Times revela que la organización criminal envía cargas más pequeñas, utiliza escondites y paga sobornos para sortear retenes y controles fronterizos.

 

Estados Unidos (Marcrix Noticias).– El Cártel de Sinaloa ha modificado sus tácticas para mantener el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos, pese a los operativos del gobierno mexicano y la ofensiva militar impulsada por el presidente Donald Trump. 

Según un reportaje de The New York Times (NYT), la organización recurre a cargas más pequeñas, escondites creativos y una compleja red de sobornos que involucra a funcionarios en la frontera.

El trabajo de las periodistas Paulina Villegas y Maria Abi-Habib, documenta que operadores del cártel utilizan métodos que cambian constantemente para evitar la detección. 

Un mecánico de 58 años en Culiacán relató que recubre los paquetes con aluminio, papel carbón y líquidos especiales para evadir a perros rastreadores y rayos X, asegurando que “nunca usa el mismo método dos veces”.

La estrategia también incluye el uso de vehículos comunes como Honda, Nissan o Toyota para pasar desapercibidos. Dependiendo del modelo y la carga, la droga puede ir oculta en el tanque de gasolina, en la carrocería o en el motor.

Uno de los puntos más sensibles es la red de sobornos. Testimonios recogidos por el NYT indican que funcionarios fronterizos estadounidenses, reciben pagos de decenas de miles de dólares, para permitir el paso de vehículos con fentanilo o para alertar sobre revisiones inminentes. 

Aunque el diario no pudo verificar de forma independiente todas las acusaciones, estos relatos coinciden con casos recientes, como el de un exagente de la Patrulla Fronteriza condenado en abril por facilitar el cruce de cargamentos ilícitos.

Las autoridades mexicanas también figuran en este sistema. Presuntos operadores entrevistados por el medio aseguraron que los sobornos a militares son “comunes y previstos” en las rutas, aunque cada vez más costosos debido al aumento de retenes en todo el país.

El reportaje destaca que el cártel enfrenta una ofensiva inédita. Trump ha declarado a estas organizaciones como terroristas y ha ordenado al Pentágono usar fuerza militar contra ellas. 

México, por su parte, ha desplegado cientos de soldados en la frontera, mientras la organización lidia con disputas internas entre “La Chapiza”, facción ligada a los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y “La Mayiza”, vinculada a Ismael “El Mayo” Zambada, detenido en julio de 2024.

Aun debilitado, el cártel mantiene control casi total sobre la frontera sur de Arizona, según la DEA, con puntos clave en San Luis Río Colorado y Nogales. Esto le permite aprovechar puertos como Mariposa para el ingreso de cargamentos.

El sábado, el director del FBI, Kash Patel, informó que el decomiso de fentanilo en Estados Unidos subió un 25 % interanual, alcanzando niveles récord con mil 500 kilogramos incautados en los primeros 200 días del gobierno de Trump. 

De acuerdo con sus cálculos, esta cantidad equivale a dosis letales para más de 113.8 millones de personas.

Pese a la presión de ambos gobiernos, integrantes del Cártel de Sinaloa entrevistados aseguraron no tener intención de abandonar el negocio, advirtiendo que si ellos no satisfacen la demanda, otros lo harán. 

Sólo el mecánico expresó pesar: “El fentanilo es la razón de esta maldita guerra en la que han muerto tantas personas, muchas inocentes, y eso me pesa. Sí tengo miedo, porque no cualquiera se sale, y el que se sale muchas veces es con los pies por delante”.

Con información de Aristegui Noticias.

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