A días del inicio del cónclave, los cardenales reunidos en el Vaticano destacan la armonía y el espíritu de continuidad con el legado del Papa Francisco, mientras surge el nombre de Mario Grech como primer candidato propuesto.
Vaticano (Marcrix Noticias) – A pocos días del inicio del esperado cónclave para elegir al nuevo Papa, los cardenales congregados en el Vaticano manifiestan un clima de unidad y serenidad. La elección comenzará el 7 de mayo, y se espera que sea una de las más breves de la historia reciente, según vaticinan algunos prelados.
“El ambiente es excelente”, aseguró el cardenal colombiano Jorge Enrique Jiménez Carvajal, quien, pese a no participar en la votación por superar los 80 años, ha seguido de cerca las reuniones. “La unidad nos hace fuertes”, subrayó, reflejando el tono de armonía que se vive entre los purpurados.
El cardenal Stephen Mulla, de Sudán del Sur, expresó desde la plaza de San Pedro que “estamos en armonía entre nosotros, no hay ningún problema en el cónclave”, reforzando la percepción de cohesión. Por su parte, el argentino Vicente Bokalic Iglic se limitó a declarar: “En camino”, sin ofrecer más detalles.
En cuanto al perfil del nuevo pontífice, Jiménez Carvajal opinó que se mantendrá una línea de “continuidad” con el Papa Francisco, especialmente en lo relativo al protagonismo de las mujeres en la Iglesia. “Son la gran mayoría de la Iglesia. Son nuestro futuro”, señaló.
En este contexto, el luxemburgués Jean-Claude Hollerich lanzó la primera propuesta formal: Mario Grech, actual secretario general del Sínodo de los Obispos. Grech, de origen maltés, es visto como un candidato afín a la visión sinodal impulsada por Francisco, según analistas vaticanos.
Este será un cónclave histórico, con 135 cardenales electores procedentes de 70 países, lo que lo convierte en el más internacional registrado hasta la fecha. El cardenal salvadoreño Gregorio Rosa Chávez anticipó un proceso breve: “Dos o tres días bastarán”. Sobre quién será elegido, comentó con fe: “Dios es el Dios de las sorpresas”.
La atención mundial se centra ahora en Roma, a la espera de que el humo blanco anuncie al nuevo líder espiritual de más de mil millones de católicos.