Estudio de la Secretaría de Agricultura federal
El gobierno federal prevé una disminución de sargazo este año en las playas del Caribe Mexicano.
Con base en investigaciones realizadas por el Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura (Inapesca) y el Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (Cicimar), “se espera que la biomasa promedio total descienda a valores promedio en la zona del Caribe, aunque dependerá de las condiciones atmosféricas y del comportamiento de las corrientes oceánicas”, informó la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Señaló que en el Caribe mexicano se han reportado cantidades de sargazo desde 2014 y hasta 2022 y con la información obtenida y analizada se han observado dos máximos (2018 y 2022) en esa zona, con repercusiones en sus costas.
Condiciones climáticas
Abundó que el estudio se enfocó en los datos de 2011 a 2022, y en las cantidades similares o aún superiores durante los meses de noviembre y diciembre de 2022.
“Estos no necesariamente indican que 2023 será un año con mayor sargazo en comparación con los años anteriores”, indicó la Secretaría.
El objetivo del estudio sobre el sargazo es analizar el comportamiento de los volúmenes de dos especies de sargazo: S. natans y S. fluitans, las cuales han mostrado crecimiento explosivo desde 2011.
El especialista del Centro de Investigación Acuícola y Pesquera (CRIAP) de Puerto Morelos, Quintana Roo, Jaime González Cano, dijo que desde 2017 se han realizado trabajos de investigación científica con apoyo de Francisco Arreguín Sánchez, especialista del Cicimar, un centro de investigación del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en La Paz, Baja California Sur.

También, en la medida de lo posible, con los resultados se busca contribuir al conocimiento global de este fenómeno nuevo que aqueja a más de 20 países en la zona caribeña, expresó el investigador.
En años previos, los noviembres y diciembres –con los picos más altos– arrojaron menores cantidades de esta alga, que se caracteriza por su color pardo o verde oscuro de gran tamaño, al final del siguiente año.
Los investigadores del Inapesca y Cicimar concluyeron que los meses de noviembre y diciembre no determinan el comportamiento del sargazo en el siguiente año y consideraron que, probablemente, influyen más las condiciones vistas durante el período de marzo a abril.
“Contrario a lo difundido en fechas recientes, los análisis han permitido pronosticar un descenso en la biomasa del sargazo para este 2023 e incluso a los niveles promedio registrados en 2019”, afirmó la Secretaría en un comunicado.