Sustrajo piezas de 21 millones de dólares de misiones Apolo para cumplir una fantasía sexual.
Estados Unidos (Marcrix Noticias)-Hace más de dos décadas, la NASA fue escenario de uno de los robos más inusuales en su historia, cuando un becario, Thad Roberts, sustrajo 7,7 kilos de rocas lunares y un meteorito, valorados en 21 millones de dólares, para cumplir una fantasía personal.
En 2002, Roberts, estudiante de física, geología y geofísica en la Universidad de Utah, ideó el plan para extraer las muestras, resguardadas en una caja fuerte de 270 kilos en el Centro Espacial Johnson de Houston. Con la ayuda de la becaria Tiffany Fowler —con quien mantenía una relación amorosa— y de Shae Saur, usaron sus credenciales para ingresar y robar la caja entera. Las piezas provenían de cada misión Apolo y eran invaluables para la ciencia.
El grupo intentó venderlas a un supuesto comprador belga, sin saber que trabajaba en coordinación con el FBI. La operación culminó el 20 de julio de 2002, aniversario del alunizaje del Apolo 11, cuando Roberts y Fowler se reunieron con agentes encubiertos en Orlando. Las rocas fueron recuperadas, pero la NASA reportó que quedaron inservibles para la investigación, además de perder décadas de notas científicas.
Roberts fue arrestado junto con sus cómplices y condenado, al igual que Fowler y Saur, por conspiración y transporte interestatal de bienes robados. El caso se convirtió en un episodio atípico en la historia de la agencia espacial, recordado tanto por el valor científico perdido como por el inusual motivo que lo inspiró.
