Los aranceles de Estados Unidos han reconfigurado el comercio internacional y han favorecido a las exportaciones mexicanas, que crecieron durante 2025 gracias a una menor carga arancelaria frente a otros países
Ciudad de México. ( Marcrix Noticias).- Las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos registraron un crecimiento sostenido en 2025, impulsadas por el nuevo esquema de aranceles de Estados Unidos que colocó a México en una posición más competitiva frente a otras economías. La combinación de tasas efectivas más bajas y la cercanía geográfica permitió que productos mexicanos ganaran participación en el mercado estadounidense.
De acuerdo con análisis económicos internacionales, mientras varios países enfrentaron incrementos significativos en sus aranceles, México mantuvo una tasa promedio considerablemente menor. Esta diferencia abrió espacio para que empresas estadounidenses sustituyeran proveedores asiáticos por fabricantes mexicanos, especialmente en sectores manufactureros.
El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá fue un factor determinante en este desempeño, ya que la mayor parte de los productos mexicanos ingresaron al mercado estadounidense libres de aranceles. Esta ventaja comercial fortaleció las cadenas de suministro regionales y redujo costos logísticos en un contexto de tensiones globales.
Aunque algunos segmentos, como el automotriz, enfrentaron ajustes y una menor demanda, otras ramas industriales compensaron con crecimientos de doble dígito. La diversificación de exportaciones permitió que el balance general se mantuviera positivo y con perspectivas de expansión.
Especialistas señalan que este escenario consolidó a México como uno de los principales socios comerciales de Estados Unidos, al absorber parte del comercio que anteriormente provenía de China. El fenómeno también reforzó la tendencia de relocalización de inversiones hacia territorio mexicano.
Hacia el cierre de 2025, el intercambio comercial entre ambos países se perfiló para alcanzar niveles históricos, confirmando que los aranceles de Estados Unidos, lejos de frenar el flujo, se convirtieron en un impulso clave para las exportaciones mexicanas y para la integración económica de la región.