Entre ellos, Felipe Carrillo Puerto, Bacalar y José María Morelos concentran el 77% de la producción estatal, aportando una importante derrama económica de 60 millones de pesos anuales. Sin embargo, gran parte de esta producción, más de 3 mil toneladas de miel al año, es comercializada en Yucatán, que a su vez exporta a Europa, sin que Quintana Roo reciba crédito por ello en los mercados internacionales.
Distribución de apoyos por municipio
La Sader detalló el destino de los recursos:
- Felipe Carrillo Puerto: 437 apicultores, 3 millones 190 mil 100 pesos.
- Bacalar: 220 apicultores, 1 millón 606 mil pesos.
- José María Morelos: 212 apicultores, 1 millón 547 mil 600 pesos.
- Othón P. Blanco: 135 apicultores, 985 mil 500 pesos.
- Lázaro Cárdenas: 43 apicultores, 313 mil 900 pesos.
- Tulum: 21 apicultores, 153 mil 300 pesos.
- Solidaridad: 1 apicultor, 7 mil 300 pesos.
Retos y áreas de oportunidad
A pesar del apoyo, la apicultura en Quintana Roo enfrenta diversos desafíos:
- Falta de profesionalización: Los productores carecen de capacitación en producción y comercialización, lo que limita el valor agregado y las oportunidades de exportación.
- Individualismo y desconfianza: Según especialistas, estas actitudes dificultan la organización y el crecimiento del sector.
- Impactos ambientales: Huracanes, deforestación, y plagas como el ácaro Varroa destructor y el escarabajo de la colmena afectan la estabilidad de la producción.
- Barreras comerciales: Los productores enfrentan dificultades para cumplir con los estándares de calidad e inocuidad requeridos para acceder a mercados internacionales.
Recomendaciones para fortalecer el sector
Especialistas enfatizan la necesidad de:
- Actualizar técnicas de producción y administración para mejorar la calidad de la miel.
- Diversificar la actividad mediante nuevos mercados y certificaciones internacionales.
- Invertir en tecnología y capacitación para cumplir con los estándares de exportación y reducir la dependencia de intermediarios.