El cardenal italiano, condenado en 2023 por corrupción, declinó asistir a la elección del próximo Papa “por el bien de la Iglesia” y tras petición expresa del Papa Francisco.
Ciudad del Vaticano (Marcrix Noticias) — El cardenal Angelo Becciu, figura central en el mayor escándalo financiero del Vaticano en décadas, anunció su decisión de no participar en el próximo cónclave que elegirá al sucesor del Papa Francisco, previsto para el 7 de mayo. Con ello, pone fin a semanas de polémica sobre su posible presencia en el proceso de sucesión papal.
Becciu, de 76 años, fue condenado en diciembre de 2023 a cinco años y medio de prisión por corrupción, aunque su sentencia está en apelación. A pesar de seguir siendo menor de 80 años —edad límite para tener derecho a voto— y no haber sido formalmente depuesto como cardenal elector, el Vaticano nunca lo incluyó en las cifras oficiales de participantes.
En un comunicado difundido por sus abogados, Becciu afirmó:
“Teniendo en el corazón el bien de la Iglesia (…), he decidido obedecer, como siempre lo he hecho, la voluntad del Papa Francisco de no entrar en el cónclave, aunque sigo convencido de mi inocencia.”
La decisión responde, en parte, a dos cartas firmadas por el propio Papa antes de su muerte, en las que solicitaba a Becciu abstenerse de participar. La prensa italiana sostiene que esos mensajes fueron clave para que el cardenal renunciara voluntariamente.
Becciu fue una figura influyente dentro del Vaticano y cercano al papa Benedicto XVI, considerado incluso un papabile. Sin embargo, su carrera colapsó en 2020 cuando el Papa Francisco le pidió renunciar a sus funciones por irregularidades financieras. A pesar de haber mantenido una limitada actividad pública en años recientes, su implicación judicial y el escándalo del llamado “juicio del siglo” generaron presión para su exclusión del cónclave.
Con su renuncia, se confirma que 133 cardenales participarán en la votación papal, luego de que otros dos se excusaran por motivos de salud. El caso Becciu marca un precedente en la historia reciente del Vaticano y refleja las tensiones internas que atraviesa la Iglesia católica en uno de sus momentos más críticos.