Alligator Alcatraz, modelo migratorio pese a abusos
En su primer mes, el centro en Florida ha deportado a 600 migrantes y retenido a mil más; lo presentan como modelo nacional a 600 migrantes y retenido a mil más; lo presentan como modelo nacional
Alligator Alcatraz, el polémico centro de detención migratoria instalado en un antiguo aeropuerto de Florida, cumple su primer mes de operación convertido en modelo para replicar en otros estados gobernados por el Partido Republicano, según confirmó la gobernadora Kristi Noem el pasado 14 de julio. Desde su apertura, se han deportado al menos 600 migrantes y mil más han sido detenidos, de acuerdo con estimaciones de activistas y autoridades estatales.
El centro, ubicado entre los Everglades y rodeado de pantanos y caimanes, ha sido presentado por el gobernador Ron DeSantis como un “centro de deportación”, capaz de albergar actualmente a dos mil personas, cifra que podría duplicarse a cuatro mil en los próximos meses. Organizaciones defensoras de migrantes, como Freedom For Immigrants y la Coalición de Inmigrantes de Florida, denuncian que el sitio se ha convertido en un símbolo de abusos y encierro masivo, con reportes de personas retenidas en “jaulas” y sin acceso claro a procesos legales.
Uno de los principales señalamientos es la falta de transparencia. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas no ha incluido a Alligator Alcatraz en sus estadísticas oficiales, como advirtió la académica Susan B. Long, del proyecto de análisis de detenciones migratorias, lo que impide conocer el número real de detenidos y sus condiciones. A pesar de ello, la administración del expresidente Donald Trump ya conversa con cinco estados republicanos para replicar el modelo.
Además, se proyecta una inyección de cuarenta y cinco mil millones de dólares para el Servicio de Inmigración de aquí a dos mil veintinueve, lo que permitiría detener a ciento dieciséis mil personas diariamente, superando por mucho la capacidad del sistema penitenciario federal, de acuerdo con un informe del Consejo Estadounidense de Inmigración.
El uso del centro como modelo, los planes de expansión y la opacidad en su operación han encendido alarmas entre activistas y legisladores del Partido Demócrata, quienes exigen rendición de cuentas y respeto a los derechos humanos de las personas migrantes detenidas.