Hogares Maná advierte que la falta de atención oportuna y abandono institucional han disparado los casos de depresión en la entidad, que ya encabeza la península en incidencia.
Yucatán (Marcrix Noticias)-La salud mental de niñas, niños, adolescentes y adultos mayores en Yucatán atraviesa una situación crítica debido a la falta de atención adecuada y el abandono institucional, lo que ha derivado en un aumento preocupante de casos de depresión, ansiedad y suicidios en la entidad.
Víctor Chan, presidente de la asociación civil Hogares Maná, señaló que de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud federal y del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave), Yucatán registró en 2024 un total de 3 mil 299 casos confirmados de depresión entre enero y octubre. La cifra fue la más alta de la península, seguida de Campeche con mil 882 casos y Quintana Roo con mil 563.
Para 2025, las cifras actualizadas hasta mayo muestran que Yucatán continúa liderando la región, con mil 673 casos acumulados, frente a 560 en Campeche y 531 en Quintana Roo.
“Estamos en una posición muy adversa para los yucatecos, y no es de ahora. Lo preocupante es que lo que está pasando ahora debió haberse abatido años atrás”, advirtió el activista.
De acuerdo con Chan, la falta de atención en salud emocional no solo afecta la estabilidad individual, sino que se traduce en actos de violencia y abuso sexual. Tan solo en 2024, Hogares Maná atendió alrededor de 300 personas con cuadros de ansiedad, depresión o víctimas de abuso; y en el primer semestre de 2025, la cifra ya alcanza las 200 atenciones, lo que anticipa un incremento significativo al cierre del año.
El activista destacó que la ansiedad comienza a manifestarse en edades tan tempranas como los 9 años, con un pico de incidencia en adolescentes de 14 a 17. La tercera edad también presenta cuadros recurrentes de depresión y ansiedad.
La situación es especialmente compleja en municipios del sur como Muna, Tekax, Peto y Kanasín, donde persisten factores psicosociales que agravan el problema. A pesar de los esfuerzos de organizaciones civiles, el impacto ha sido limitado sin una coordinación real con los gobiernos estatal y municipal.
Ante este panorama, Hogares Maná hizo un llamado urgente a las autoridades para implementar políticas públicas que fortalezcan la prevención, detección temprana y tratamiento de las enfermedades mentales.
