La clausura de pozos sin concesión en el Estado de México generó desabasto en varias zonas de Toluca, lo que permitió que piperos privados elevaran sus tarifas
Estado de México. En Toluca, la clausura de cerca de veinte pozos sin concesión durante la Operación Caudal, implementada por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, ha generado una severa escasez de agua en distintas colonias del municipio. Esta situación ha sido aprovechada por piperos privados que incrementaron de manera considerable el costo del servicio, afectando principalmente a familias y negocios.
El presidente municipal, Ricardo Moreno Bastida, denunció que algunos operadores de pipas venden agua de procedencia dudosa y con tarifas muy por encima del precio regular. Ante ello, el Organismo de Agua y Saneamiento de Toluca habilitó dos nuevos puntos de abastecimiento para regular la distribución, además de fijar precios oficiales de 542 pesos por diez metros cúbicos y mil 85 pesos por veinte metros cúbicos.

El organismo también mantiene un programa gratuito de reparto de agua mediante pipas para alrededor de 250 mil habitantes registrados, con un promedio de 90 unidades que operan semanalmente. Dicho programa prioriza la atención en zonas vulnerables y hospitales, con el fin de garantizar el suministro mínimo necesario.

Como parte de las acciones para resolver el desabasto, el municipio inició la perforación de 21 nuevos pozos, de los cuales siete ya están en funcionamiento. Se estima que esta medida permitirá aumentar el caudal en 545 litros por segundo y beneficiar a más de 300 mil habitantes.
Las autoridades locales proyectan que para abril de 2026 la escasez histórica en Toluca se reduzca hasta en un 90 por ciento. Sin embargo, advirtieron que continuarán las inspecciones y clausuras de pozos irregulares para evitar la extracción ilegal y la especulación con el recurso hídrico.
