La especie de mosco es el Aedes vittatus, capaz de transmitir dengue, zika y chikungunya, fue localizado en Xcalacoop, Tixkokob y Mérida.
Yucatán (Marcrix Noticias)-Yucatán enfrenta un nuevo reto sanitario con la detección del mosquito Aedes vittatus, especie capaz de transmitir enfermedades como dengue, zika y chikungunya. Este hallazgo se suma a las poblaciones ya conocidas de Aedes aegyptiy Aedes albopictus, informó Carlos Baak Baak, especialista de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady).
El Aedes vittatus fue identificado por primera vez en México en 2024 en la comisaría de Xcalacoop, Tinum, y posteriormente en Tixkokob. Recientemente, la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY) confirmó su presencia en Mérida, lo que evidencia una rápida expansión territorial. Los expertos aún analizan si esta especie puede convertirse en vector principal de enfermedades, similar al Aedes aegypti, o si tendrá un rol secundario como el Aedes albopictus.
El gobierno del estado ha reforzado las acciones de prevención y control de vectores, implementando operativos de fumigación en zonas urbanas y rurales, campañas de descacharrización y el proyecto de Wolbachia, que consiste en liberar mosquitos infectados con bacterias que bloquean la transmisión viral.
El Aedes vittatus, también conocido como el “mosco del Mediterráneo”, tiene origen en África y Asia y puede transmitir no solo dengue, zika y chikungunya, sino también fiebre amarilla y virus mayaro. Su llegada a México es reciente, reportándose por primera vez en 2019 en Cuba y República Dominicana, y más tarde en Jamaica.
Baak Baak señaló que se desconoce la vía exacta de ingreso de esta especie a Yucatán, aunque se presume que pudo haber llegado a través del turismo internacional. El mosquito podría colonizar criaderos naturales y artificiales, como agua estancada en grietas, llantas, recipientes abandonados o cavidades de árboles, aumentando el riesgo de transmisión viral.
Morphológicamente, el Aedes vittatus se caracteriza por su cuerpo oscuro con escamas blancas y seis marcas blancas visibles, y podría actuar como un “mosquito puente”, alimentándose de humanos y animales y conectando ecosistemas silvestres con zonas urbanas.
Expertos subrayan la necesidad de fortalecer la vigilancia entomológica, promover la participación ciudadana en la eliminación de criaderos y mantener la coordinación entre universidades, autoridades sanitarias y gobiernos municipales para mitigar riesgos de brotes epidémicos.