La megaestructura en forma de estrella puede recibir a más de 100 millones de pasajeros al año y conecta con trenes bala.
Beijing, China (Marcrix Noticias).– El Aeropuerto Internacional Daxing de Beijing entró en operación total este mes, consolidándose como el aeropuerto más grande del planeta por superficie operativa, con una capacidad para recibir a más de 100 millones de pasajeros anuales. Esta obra monumental refuerza el papel de China como líder global en infraestructura de transporte.
Con una inversión de más de 63 mil millones de dólares, el complejo aeroportuario cubre 1.4 millones de metros cuadrados y destaca por su diseño futurista en forma de estrella, creado por la reconocida arquitecta Zaha Hadid. La estructura permite reducir los tiempos de conexión a solo 8 minutos caminando entre puertas, gracias a su distribución radial.
El aeropuerto cuenta con siete pistas (cuatro operativas y tres en desarrollo), 268 posiciones para aviones y 79 puentes de abordaje, además de una conexión directa con trenes de alta velocidad que integran el sistema ferroviario nacional. Esto convierte al Daxing en un hub intermodal de última generación, clave en el plan del gobierno chino para posicionar a Beijing como el centro de conexiones aéreas más importante del mundo para 2025.
En términos de tecnología, el aeropuerto está equipado con sistemas biométricos de reconocimiento facial, robots asistenciales, y un sistema de manejo de equipaje totalmente automatizado, capaz de procesar hasta 19 mil maletas por hora.

El Aeropuerto Internacional Daxing comenzó operaciones parciales en septiembre de 2019, pero no fue sino hasta ahora que alcanzó su capacidad operativa completa, convirtiéndose oficialmente en el aeropuerto más grande del planeta en funcionamiento activo.
Además de ser un hito en ingeniería y logística aérea, Daxing se ha convertido en un símbolo del poderío tecnológico y económico de China, completado en apenas cuatro años y reflejo de su apuesta por dominar la infraestructura estratégica del siglo XXI.
Con esta megaobra, el gigante asiático lanza un mensaje claro al mundo: el futuro de la aviación global ya aterrizó en China.
