Expertos y asociaciones animalistas advierten sobre la explotación reproductiva de perros y gatos, una práctica que continúa en redes sociales bajo la fachada de “adopciones” y sin regulación alguna.
Cancún, Quintana Roo, (Marcrix Noticias)– La venta clandestina y la explotación reproductiva de animales continúan siendo prácticas comunes en Cancún, lo que agrava el problema del maltrato animal, advirtieron agrupaciones protectoras y especialistas. A pesar de la existencia de leyes que lo prohíben, redes sociales se han convertido en un mercado activo para la oferta ilegal de cachorros.
Una sola perra puede tener en promedio seis crías cada seis meses, es decir, hasta 12 al año. Si no se controla esta reproducción —ya sea en la calle o con fines comerciales—, el crecimiento de la población animal se vuelve insostenible. Se estima que una sola pareja de perros o gatos podría tener hasta 800 crías en una década.
El maltrato animal no se limita al abandono o la violencia física. También incluye la reproducción forzada, que afecta gravemente el cuerpo y el estado emocional de los animales, sostuvo Ricardo Pimentel, director del santuario “Tierra de Animales”.
“El problema se resuelve fácilmente si la gente adopta en lugar de comprar. Mientras se siga pagando por mascotas, habrá quienes las reproduzcan de manera cruel”, señaló.
Pimentel alertó que la mayoría de las ventas se realizan sin supervisión, en condiciones precarias: falta de higiene, hacinamiento, ausencia de control veterinario y sin responsabilidad sobre las enfermedades genéticas o el comportamiento de los animales.
Además, organizaciones animalistas han denunciado que en redes sociales circulan páginas que simulan ser de adopción, pero en realidad comercializan perros y gatos de raza, muchas veces bajo el nombre de “rescatistas”.
La Ley de Protección Animal, en su Artículo 419 Ter, establece sanciones de seis meses a cinco años de prisión y multas de hasta dos mil días de salario mínimo para quienes compren o vendan cachorros menores de seis meses. Sin embargo, la falta de aplicación y vigilancia permite que esta práctica continúe.
Entre los casos más alarmantes está la venta de razas no aptas para el clima cálido de la región, como los Huskies, que por su pelaje y requerimientos térmicos suelen acabar abandonados en las calles, ocupando uno de los primeros lugares en tasas de abandono.
