Aunque Quintana Roo ya reformó su Ley de Turismo para regular las rentas vacacionales, Cancún aún se esperan los reglamentos locales.
Cancún (Marcrix Noticias)-Mientras que en países europeos las rentas vacacionales enfrentan cada vez más restricciones, en Cancún y otros destinos turísticos de Quintana Roo el sector hotelero mantiene la mirada en la esperada publicación de los reglamentos municipales que permitirán aterrizar las reformas estatales aprobadas en febrero de 2024.
Miriam Cortés, directora de la Asociación de Clubes Vacacionales de Quintana Roo, explicó que municipios como Benito Juárez están trabajando en la elaboración de sus normativas, necesarias para que las reformas a la Ley General de Turismo estatal puedan aplicarse de manera efectiva.
Entre los cambios ya aprobados a nivel estatal, destacan:
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La inscripción obligatoria en el Registro Estatal de Turismo de Quintana Roo (ReturQ).
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La definición jurídica de figuras como plataforma digital, alojador y anfitrión.
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La exigencia de licencia de funcionamiento municipal y de una anuencia de Protección Civil, que incluye contar con extintores, botiquines y señalización de números de emergencia.
Por su parte, David Ortiz Mena, presidente del Consejo Hotelero del Caribe Mexicano, alertó sobre los efectos negativos que la falta de regulación ha generado, especialmente en destinos como Tulum, Playa del Carmen y Puerto Morelos, donde ha habido una explosión de proyectos inmobiliarios dirigidos al modelo de renta vacacional.
“En Tulum hubo una construcción desmedida de vivienda turística, y ahora enfrentamos una sobreoferta que ha detenido la inversión”, advirtió Ortiz Mena.
Además, señaló que muchos desarrollos han operado sin permisos ambientales, lo que ha derivado en intervenciones y clausuras por parte de las autoridades. Para el líder empresarial, la regulación debe ir más allá del cumplimiento fiscal: debe atacar también la especulación y el encarecimiento de la tierra que esta modalidad ha potenciado.
Actualmente, se calcula que existen alrededor de 50 mil unidades de renta vacacional activas en el estado, en comparación con los 130 mil cuartos de hotel construidos a lo largo de décadas, una desproporción que preocupa al sector turístico formal.
Ante este panorama, tanto autoridades como empresarios coinciden en la necesidad de una regulación clara, uniforme y eficaz que garantice piso parejo, seguridad para los visitantes y sostenibilidad para las comunidades locales.