La combinación de pensiones insuficientes, inflación y falta de ahorro impulsa a personas retiradas a reincorporarse al mercado laboral en Yucatán, Campeche y Quintana Roo.

Yucatán (Marcrix Noticias)-En la Península de Yucatán, una tendencia silenciosa pero en crecimiento está transformando el mercado laboral: la desjubilación, es decir, el regreso de personas retiradas a la vida activa por necesidad económica.

Este fenómeno, motivado por el bajo rendimiento de las pensiones, la inflación y la falta de ahorros suficientes, es cada vez más común en Yucatán, Campeche y Quintana Roo. En esta región, donde el envejecimiento poblacional se acelera, la desjubilación no solo es una tendencia, sino una urgencia social que demanda atención pública y privada.

Según el Inegi, en Yucatán más del 11% de la población tiene más de 60 años, y ese porcentaje sigue creciendo.

Pensiones insuficientes y gastos al alza

De acuerdo con la firma de reclutamiento Robert Walters, el 68% de los profesionistas mexicanos mayores de 50 añosconsidera que deberá seguir trabajando después de la edad legal de retiro por tener ahorros limitados.

Además, la Encuesta Global de Actitudes y Beneficios 2024 de WTW revela que el 86% de los trabajadores no está ahorrando lo suficiente para su retiro, una realidad aún más crítica en el sur del país. Datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2022 muestran que en Yucatán, los hogares encabezados por personas mayores de 60 años tienen un ingreso promedio de apenas 9,748 pesos mensuales.

Muchos adultos mayores en la región se están viendo obligados a regresar al mercado laboral porque sus pensiones no les alcanzan. Además, algunos enfrentan deudas o gastos médicos imprevistos que los colocan en una situación muy vulnerable”,
Alfredo Araneda, director senior de Robert Walters para Hispanoamérica.

Obstáculos: edadismo y falta de inclusión

Si bien el retorno laboral puede representar una oportunidad para aprovechar la experiencia y promover el equilibrio generacional, existen barreras importantes. Entre ellas destaca el edadismo o discriminación por edad.

Una encuesta de Robert Walters señala que:

  • 59% de los mayores de 50 años cree que su edad les impide acceder a cursos de actualización

  • 65% omite su edad en el currículum para evitar ser descartado en procesos de selección

Este panorama plantea un reto urgente para empresas y gobiernos locales, que deben adaptar sus políticas para fomentar la inclusión de trabajadores mayores. Algunas propuestas incluyen:

  • Horarios flexibles

  • Programas de mentoría intergeneracional

  • Procesos de selección sin prejuicios de edad

  • Capacitación continua adaptada a adultos mayores

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