Yucatán y Campeche reportan aumentos moderados, pero la fuerte caída en Quintana Roo arrastra a la región a terreno negativo; advierten riesgos por desaceleración económica en Estados Unidos.
Yucatán (Marcrix Noticias)-Durante el primer trimestre de 2025, los tres estados de la Península de Yucatán registraron comportamientos mixtos en la recepción de remesas, reflejando una tendencia regional a la baja impulsada principalmente por la caída en Quintana Roo. De acuerdo con datos del Banco de México, la región en su conjunto recibió 232.3 millones de dólares, una disminución del 1.4% respecto al mismo periodo de 2024.
Yucatán pasó de 104.4 a 107.8 millones de dólares, lo que representa un crecimiento del 3.1%, mientras que Campechetuvo un mejor desempeño relativo, con un alza del 10.0%, al pasar de 36.1 a 39.7 millones de dólares. Sin embargo, Quintana Roo reportó una fuerte caída: de 95.1 a 84.8 millones de dólares, lo que equivale a una contracción del 10.8%.
Impacto desigual y señales de desaceleración
El economista Felipe Alonzo Solís, coordinador del cuerpo académico de Comercio y Relaciones Internacionales de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), explicó que estas cifras confirman una tendencia de desaceleración, tanto a nivel regional como nacional.
“A nivel país, las remesas crecieron apenas un 1.3% en el primer trimestre de 2025, alcanzando los 14,269 millones de dólares. Es un crecimiento positivo, sí, pero mucho más moderado que en años anteriores”, señaló.
Agregó que en Yucatán, si bien en 2024 se alcanzó un récord histórico de 454 millones de dólares, el último trimestre de ese año ya mostraba una caída del 4.2%, rompiendo con años de crecimiento sostenido.
Municipios como Mérida, Ticul, Tekax y Hunucmá concentran gran parte de los flujos, mientras que localidades como Dzan, Bokobá y Homún pasaron tres meses sin recibir remesas durante 2024, afectando directamente el consumo local.
Riesgos por entorno económico en Estados Unidos
Alonzo Solís advirtió que el entorno económico estadounidense es un factor clave de riesgo para el futuro inmediato de las remesas. En el primer trimestre de 2025, el PIB de EE.UU. se contrajo 0.3% anualizado, afectado por un aumento del 41.3% en las importaciones y una desaceleración del consumo, que alcanzó su nivel más bajo en casi dos años.
“Aunque aún no hay una recesión formal, la debilidad en el gasto del consumidor y las políticas migratorias más estrictas representan un riesgo real para el ingreso de los migrantes y, por tanto, para las remesas que envían a sus familias”, explicó.
El académico recomendó a los gobiernos estatales y municipales monitorear de cerca el empleo de migrantes mexicanos en EE.UU. y generar estrategias para reducir la dependencia económica de las remesas, particularmente en comunidades vulnerables.
