Más de 13 millones de ecuatorianos votan este domingo, en medio de una crisis económica y un creciente clima de inseguridad.
Ecuador (Marcrix, Noticias).- Este domingo 9 de febrero, Ecuador enfrenta una jornada electoral tensa y decisiva, con más de 13 millones de votantes llamados a elegir a su próximo presidente.
La violencia y la inseguridad han marcado el inicio de la jornada, tras el asesinato de un policía y otro herido antes de que abrieran los centros de votación. La votación comenzó a las 7:00 a.m. (hora local), con Daniel Noboa y Luisa González como los principales contendientes.
Noboa, el actual presidente y heredero de una de las familias más ricas de Ecuador, busca su reelección tras una gestión de 14 meses marcada por un enfoque en el combate a la inseguridad, aunque con resultados dispares.
La violencia en el país ha alcanzado niveles alarmantes, con más de 700 asesinatos en enero, el mes más violento de la historia reciente de Ecuador. En cuanto a la economía, la pobreza aumentó y el país vivió apagones de hasta 14 horas diarias debido a la crisis energética.
Por otro lado, Luisa González, candidata del partido Revolución Ciudadana y estrechamente vinculada al expresidente Rafael Correa, representa la opción de la izquierda.
Su campaña ha ganado apoyo en sectores que recuerdan con nostalgia los años de crecimiento económico bajo Correa, aunque también se enfrenta a críticas por su asociación con un gobierno acusado de corrupción.
Las encuestas previas indican que los dos candidatos son los favoritos para una segunda vuelta, programada para el 13 de abril, aunque algunos pronósticos sugieren que Noboa podría ganar en esta primera ronda si logra más del 50% de los votos válidos o un 40% con una diferencia de 10 puntos frente a su oponente.
Los votantes ecuatorianos se enfrentan a una difícil elección en un contexto de violencia desbordada, inseguridad y una economía afectada por la crisis energética y el narcotráfico.
Este domingo, las urnas serán el reflejo de la lucha entre el cambio prometido por Noboa y la recuperación del legado de Correa que propone González.