El nivel del Río Hondo ha aumentado casi 3 metros, lo que ha puesto a las comunidades cercanas en alerta.
Chetumal (Marcrix Noticias)-Las fuertes precipitaciones derivadas de la tormenta tropical Nadine están causando estragos en el sureste de México, particularmente en el sur de Quintana Roo. Las autoridades locales han reportado importantes afectaciones en la red de carreteras rurales, donde al menos seis puntos son considerados críticos debido a deslaves e inundaciones, que han interrumpido el tránsito en varias comunidades.
Uno de los primeros incidentes se registró en la carretera que conecta a las comunidades de San Pedro Peralta y Morocoy, en el municipio de Othón P. Blanco, donde un deslave bloqueó completamente el paso. Equipos de la Secretaría de Obras Públicas iniciaron de inmediato los trabajos de reparación. A esto se sumó otro deslave entre Nuevo Canaan y Miguel Alemán, en Bacalar, que también está siendo atendido.
El martes por la tarde, las autoridades recibieron un nuevo reporte de deslave en la carretera que une las comunidades de Tomás Garrido y Tres Garantías, en Othón P. Blanco, lo que añade más dificultades para el tránsito en la región.
Además, se ha registrado un corte en la carretera que conecta La Lucha, Quintana Roo, con Nuevo Progreso, Campeche, y una grave inundación en la vía agropecuaria entre Nicolás Bravo, Caobas y Dos Aguadas. Otro punto afectado es el entronque de Río Verde con Nuevo Tabasco, donde los escurrimientos han comprometido el paso.
Mientras tanto, las autoridades de Protección Civil de Quintana Roo están monitoreando los tramos California-Nuevo Canaan, Morocoy-San Pedro Peralta y Cedral-Veracruz debido a la presencia de baches y grietas que representan un peligro para los conductores.
En cuanto al nivel del Río Hondo, las autoridades de Othón P. Blanco han informado que ha subido de 2.10 metros a 4.87 metros en los últimos días, y aunque el nivel aún no representa una amenaza directa, se mantiene un monitoreo constante. Si el río alcanza los seis metros, podría comenzar a afectar las viviendas de las comunidades cercanas a la ribera.
Las autoridades continúan trabajando para reparar los daños y monitorear los niveles del agua, mientras que la población se mantiene en alerta ante posibles evacuaciones en caso de que las condiciones empeoren.