El INAH de Quintana Roo levanta un acta administrativa a Fernando Cortés por un escrito donde denuncia rapiña en las obras
Ciudad de México (Marcrix Noticias).— El Instituto Nacional de Antropología e Historia levantó un acta administrativa al arqueólogo Fernando Cortés de Brasdefer, quien escribió un texto crítico sobre el Tren Maya.
Según el texto “La tragedia cultural del siglo XXI”, Cortés de Brasdefer asegura que hay “actos criminales” como rapiña y saqueos en los sitios en donde se han encontrado objetos y materiales arqueológicos.
El INAH acusó al arqueólogo de perjudicarlo con ese texto, de acuerdo con un reportaje de Reforma.
Cortés de Brasdefer definió al tren como “la obra ambiental y cultural depredadora más grande de que se tenga noticia en los tiempos modernos”, y expuso el saqueo y la destrucción “masiva” de monumentos en el tramo 7, el último de la vía, que abarca de Chetumal a Escárcega.

El diario asegura que el arqueólogo está dedicado desde hace más de 30 años a Chakanbakán, zona prehispánica que alberga monumentos consolidados y expuestos.
Pero ahí, escribe Cortés de Brasdefer, el tren cruza a la mitad del sitio arqueológico, fuera del área nuclear.
“Se abrió arbitrariamente un camino desde la carretera federal derribando mojoneras, árboles y violando la poligonal envolvente hasta casi alcanzar el centro cívico religioso, destruyendo al mismo tiempo monumentos arqueológicos”, señala la nota periodística firmada por Yanireth Israde.
El especialista afirma que el Tren Maya provoca especulación de tierras y permite que ingresen “cazadores del ejido para matar, dentro de los templos o plazas, tepezcuintles, jabalíes, venados o monos hembra –para atrapar a las crías– que hasta hace poco se encontraban protegidos por la poligonal”.

El texto, fechado el 30 de abril de 2023, y que reprodujeron en Facebook investigadores del Instituto y agrupaciones como No al Tren Maya, motivó el pasado 3 de mayo un acta de hechos suscrita por el director del Centro INAH Quintana Roo, Margarito Molina, quien indica que el contenido causa un perjuicio al Instituto, “toda vez que se duda de la credibilidad, honorabilidad y transparencia con la que se están realizando los trabajos de salvamento arqueológico”.
De este documento derivó un acta administrativa, fechada el 24 de mayo, que acusa a Cortés de Brasdefer de incumplir los Lineamientos para la investigación arqueológica en México, al realizar recorridos sin permisos del INAH y de poner en riesgo “elementos arqueológicos” y al personal que allí labora, “ya que sus manifestaciones están ocasionando reacciones de disgusto y descontento en la población”, cuyas “represalias” pudieran hacerse extensivas al personal del INAH en general.
Se le acusa también de contravenir la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado y las Condiciones Generales de Trabajo del INAH por no guardar “sigilo” o “reserva” en los asuntos de su conocimiento con motivo de su trabajo y formación como arqueólogo, según Reforma.
Citan el artículo 46 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, el cual indica que estos no podrán ser cesados sino por causa justa, entre ellas –se lee– las injurias y las violaciones a las Condiciones Generales de Trabajo.
Rapiña en su apogeo
Fernando Cortés de Brasdefer, especialista en la cultura maya, advirtió que durante la obra ferroviaria se “buscan objetos, mas no sociedades ni formas de vida, abundan materiales arqueológicos encima de las excavaciones sin control ni protección. No hay veladores que vigilen los hallazgos, la rapiña está en su apogeo”.
El investigador afirmó haber constatado y documentado estos “actos criminales” en recorridos por el tramo.
“Durante estos recorridos no ha sido fácil acercarse a los espacios de operación, evitamos enfrentarnos con los soldados y los arqueólogos, ya que las excavaciones a veces cuentan con seguridad militar en los accesos, porque como sabemos es un proyecto de ‘seguridad nacional’ (…) por eso no escuchan, no ven, no sienten, pero su necesidad laboral es comprensible.
“Hemos optado acudir desde Chetumal a los tramos por las tardes ocasionalmente, casi al caer el sol cuando está todo abandonado o el domingo, como hoy que no hay nadie, salvo las garrapatas y la fauna salvaje que siempre nos dan la bienvenida”.
