Una granja lechera en Quebec recuperó a las últimas 20 vacas de un rebaño fugitivo que se habían escapado desde julio pasado cuando una tormenta de verano las asustó. Los vacunos fueron devueltos al establo el pasado sábado.
Desde hace meses, las vacas habían estado pastando contentos donde quisieran y causando estragos en los campos de los granjeros cercanos. Pero a partir del mes pasado, la Unión de Productores Agrícolas (UPA) de Quebec lideró los esfuerzos para capturar las vacas.
A principios de diciembre, se instaló un recinto con el objetivo de atraer a las vacas con comida, dijo Jean-Sébastien Dubé, director de comunicación de la UPA, en declaraciones retomadas por la radiodifusora pública canadiense, la CBC. Al menos una veintena de personas participaron en recuperar el ganado.
“Con un punto de alimentación dentro del recinto, el objetivo era atraer a los animales al interior del recinto y que adoptaran diferentes rutinas de alimentación”, dijo Dubé, y agregó que el clima estaba de su lado, con el invierno trayendo temperaturas frías y nieve que cubrió otras posibles fuentes de alimento. “La comida estaba menos disponible en el suelo, por lo que las vacas dependían más de la comida que les ofrecíamos”.
En diciembre capturaron cuatro bovinos. Ahora, la UPA afirmó que recuperó 13 vacas y dos terneros que nacieron durante el tiempo de la fuga. El alcalde de la localidad de Saint-Sévère, Jean-Yves St-Arnaud, dijo que estaba feliz de saber que el esfuerzo de UPA, junto con la ayuda del Ministerio de Agricultura de Quebec, “fue un éxito”:
“Mi primera reacción fue que estaba muy feliz y complacido con la situación. Pero también con un poco de precaución”, dijo St-Arnaud, y agregó que quiere asegurarse de que no hayan contado mal a los Holstein. “Les pedimos que dejaran los recintos hasta el miércoles pensando que podría haber de dos a tres vacas más, en caso de un error en nuestros cálculos. Algunas personas dijeron que había 24 vacas, otras dicen que 27 o 28”.
El alcalde dijo que los animales parecen estar en buena forma y están de vuelta en la granja.
“Hubo expertos en producción bovina que visitaron la finca antes del regreso de los animales para asegurar las condiciones óptimas. Y desde su regreso se están adaptando súper bien”, dijo Dubé.
Su dueño, Pierre Lapointe, un productor de leche en Saint-Barnabé, dijo que las vacas se mantienen en el establo para que se acostumbren a los otros animales. Espera que puedan regresar a los campos el próximo verano una vez que se acostumbren a las cercas y a la vida del rebaño.