Una jueza federal determinó que Google violó leyes antimonopolio al consolidar su dominio en la publicidad digital mediante estrategias tecnológicas.

Estados Unidos (Marcrix Noticias)-Google ha sido declarado culpable de infringir leyes antimonopolio al utilizar su posición dominante en el mercado de tecnología publicitaria para consolidar su poder y eliminar la competencia. Así lo determinó este jueves la jueza Leonie Brinkema del Tribunal de Distrito de Estados Unidos para el Distrito Este de Virginia.

El fallo representa una importante victoria legal para el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que desde hace años ha investigado el comportamiento de la compañía en el ecosistema de anuncios digitales.

Estrategia de dominio

Según el fallo, Google utilizó durante más de una década una estrategia deliberada para fortalecer su control del mercado, vinculando su servidor de anuncios para editores con su intercambio de anuncios, afectando así la competencia en los mercados de publicidad gráfica en la web abierta.

“Los demandantes han demostrado que Google ha participado deliberadamente en una serie de actos anticompetitivos”, cita el documento judicial.

El Departamento de Justicia sostiene que este control le permite a Google fijar precios más altos y capturar una mayor proporción de ingresos provenientes de las transacciones publicitarias digitales.

Google rechaza los señalamientos

La compañía respondió argumentando que el enfoque del gobierno sobre el mercado publicitario es incorrecto y defendió que sus herramientas permiten a anunciantes y editores maximizar sus ingresos.

Pese a ello, Google enfrentará la próxima semana un nuevo juicio federal, esta vez por presunto abuso de monopolio en su motor de búsqueda, Google Search, en otro caso separado.

Big Tech bajo la lupa

Este caso no es un hecho aislado. Las autoridades estadounidenses han intensificado su escrutinio sobre otras grandes tecnológicas.

• Apple ha sido demandada por dificultar que los usuarios cambien de dispositivos.

• Amazon y Meta enfrentan investigaciones y litigios por presuntas prácticas anticompetitivas y eliminación de rivales mediante adquisiciones.

Este conjunto de acciones marca una nueva era de regulación más agresiva contra los gigantes tecnológicos, que han dominado vastos sectores de la economía digital durante más de una década.