Julio César ‘M’ presumía ser enlace entre mafiosos y policías tanto de Ciudad de México como del Estado de México
Ciudad de México (Marcrix Noticias).- Julio César M, detenido tras el ataque contra el fiscal del Estado de México, José Luis Cervantes, en la autopista México-Toluca, el pasado 25 de enero, tiene 47 años de edad, le apodan El Abuelo y está conectado con bandas de narcomenudistas en la alcaldía Álvaro Obregón de Ciudad de México (CDMX).
El Abuelo se hacía pasar por policía y por supervisor de la Secretaría de Gobernación (Segob), específicamente del CISEN.

Nunca había estado en la cárcel, pero trabajó para Marcelino M, alias Don Marcelino, un cabecilla de narcomenudistas de Olivar del Conde, capturado por agentes federales en febrero de 2010, justamente en dicha colonia.
En su tiempo, Don Marcelino abasteció de droga a diferentes grupos delictivos al poniente de CDMX y tejió una red familiar que fue objeto de operativos y ajustes de cuenta.
El Abuelo presumía sus nexos con delincuentes y policías
Julio César M presumía ser enlace entre mafiosos y policías tanto de Ciudad de México como del Estado de México.
Por eso, llevaba una identificación apócrifa y vivía entre el fraccionamiento Cedros, de Lerma, y en la Primera Sección de Olivar del Conde.
De acuerdo con la Fiscalía General de Justicia de Estado de México, el imputado parecía intoxicado cuando atacó el convoy del fiscal, además de que llevaba bolsitas con cocaína, objetos de santería y un fusil de asalto, con el que disparó.
Por eso, el Ministerio Público solicitó la intervención de peritos en psiquiatra para determinar el motivo de la agresión hacia el fiscal y su personal.
Pero por lo pronto, las áreas de Inteligencia estatales y federales indicaron una investigación para profundizar en los nexos criminales de El Abuelo, sus llamadas telefónicas y movimientos bancarios.