Autoridades llaman a reforzar la vacunación infantil, pues los niños pueden padecer complicaciones graves.
Cancún, (Marcrix Noticias).- Se propaga la varicela en Quintana Roo. Según datos de la Secretaría de Salud Federal, hay un total de 992 casos confirmados hasta este 14 de noviembre. De esos contagios, 499 son varones y 493, mujeres.
Ante este aumento, las autoridades han puesto énfasis en la vacunación de niñas y niños, quienes pueden tener complicaciones más graves si contraen la enfermedad.
La vacuna contra la varicela está disponible dentro del Programa de Vacunación Universal, lo que facilita el acceso para todas las familias. Además, durante la reciente Semana Nacional de Vacunación, se reforzó la cobertura en Quintana Roo con brigadas casa por casa, según los Servicios Estatales de Salud.
Cómo se transmite y medidas para controlar la propagación
La varicela se contagia fácilmente, ya sea por contacto directo con personas infectadas, por exposición a gotas respiratorias o al tocar lesiones activas.
Por ello, la Secretaría de Salud recomendó mantener la distancia con enfermos, extremar la higiene y evitar el contacto con quienes presenten síntomas, para frenar la propagación.
Los síntomas frecuentes son:
- Fiebre moderada, generalmente el primer signo.
- Cansancio y malestar general.
- Dolor de cabeza.
- Pérdida de apetito.
- Erupción cutánea característica, que comienza como pequeñas manchas rojas y evoluciona a ampollas llenas de líquido que luego forman costras. Suele aparecer primero en cara, cuero cabelludo y tronco, extendiéndose después al resto del cuerpo.
- Picazón intensa en las lesiones.
- Dolores musculares leves.
- Sensación de irritabilidad o incomodidad, sobre todo en niñas/os pequeños.
Síntomas menos frecuentes o complicaciones (ocurre en algunos casos):
- Fiebre alta por varios días.
- Lesiones infectadas por bacterias (cuando se rascan).
- Deshidratación.
- Tos o dificultad para respirar si hay compromiso respiratorio.
- Dolor intenso, especialmente si se infectan las ampollas.
Autoridades sanitarias atribuyen parte del aumento a las condiciones climáticas. Las lluvias combinadas con altas temperaturas favorecen que las personas permanezcan en espacios cerrados y mal ventilados, lo que facilita la transmisión del virus.
Además, hay preocupación por una posible disminución en la cobertura de vacunación en ciertos grupos vulnerables, lo que podría agravar la propagación.
