En Acapulco, siete de las víctimas fueron estranguladas, tres murieron baleadas y otras tres fueron decapitadas.
Acapulco(Marcrix Noticias).- La violencia no da tregua en el Puerto de Acapulco, y mientras la alcaldesa de Morena, Abelina López Rodríguez, sigue enfocada en acallar críticas mediáticas con denuncias por “violencia política de género”, la ciudad vivió una de sus jornadas más sangrientas del año, 13 personas fueron asesinadas en menos de 24 horas, elevando a 327 el número de homicidios en lo que va de 2025.
Los crímenes ocurrieron poco después de que la presidenta municipal encabezara un Cabildo abierto y actividades públicas en Ciudad Renacimiento, a escasos metros de donde más tarde fueron hallados dos hombres decapitados en la cajuela de un taxi colectivo.
En la misma zona, otro cadáver sin cabeza fue encontrado envuelto en sábanas y atado de pies y manos.
En un clima de creciente impunidad, la violencia se extendió a otras colonias. En Llano Largo, un hombre fue asesinado en su vivienda: lo balearon, lo metieron a la fuerza a su casa y lo envolvieron en plástico.
En la avenida Lázaro Cárdenas, otro taxi fue abandonado con los cuerpos estrangulados de un hombre y una mujer.
Mozimba, Las Plazuelas, Unidad Ciudadana y Los Órganos de Juan R. Escudero también fueron escenario de ejecuciones.
En total, las autoridades confirmaron que siete de las víctimas fueron estranguladas con torniquete, tres presentaban impactos de bala y tres fueron decapitadas.
La magnitud de los hechos contrasta con el silencio oficial. Hasta el momento, el Gobierno Municipal no ha emitido una postura firme sobre la masacre. En cambio, la atención pública se ha centrado en la denuncia que Abelina López interpuso contra un medio de comunicación, acusándolo de ejercer violencia política en su contra. La queja prosperó en el Tribunal Electoral de Guerrero, que ordenó al medio disculparse durante 15 días consecutivos, en lo que se ha señalado como un grave precedente contra la libertad de expresión en el estado.
Activistas, periodistas y ciudadanos han cuestionado que mientras los asesinatos se multiplican en Acapulco, la alcaldesa parece más preocupada por silenciar acusaciones de presunta corrupción en su administración que por enfrentar la descomposición del tejido social y la embestida del crimen organizado.
Con cuerpos abandonados en calles, casas y taxis, y sin una sola persona detenida por estos crímenes, el mensaje de los agresores es claro: la violencia manda en Acapulco, y lo hace con total impunidad.