A una semana del atentado en su contra, el padre Héctor Alejandro Pérez permanece en cuidados intensivos. La diócesis reporta una leve mejoría, aunque su estado de salud sigue siendo delicado y con pronóstico reservado
Villahermosa, Tabasco.— El estado de salud del padre Héctor Alejandro Pérez se mantiene con pronóstico reservado, luego de haber sido víctima de un ataque armado el pasado lunes, cuando salía de su domicilio para atender a un enfermo en la capital tabasqueña.
De acuerdo con un comunicado emitido por la Diócesis de Tabasco, el sacerdote permanece internado en el área de cuidados intensivos del Hospital Rovirosa, donde lucha por su vida.
Aunque su estado continúa siendo delicado, autoridades eclesiásticas confirmaron que en las últimas horas ha mostrado una ligera evolución positiva, comenzando a recibir alimentación líquida y, de mantenerse estable, podrá ser alimentado con sólidos blandos.
“El pronóstico sigue siendo reservado”, precisó el vocero diocesano, presbítero Deni Ochoa Millán, al reiterar que el paciente está respondiendo favorablemente a los procedimientos médicos aplicados.
La agresión, calificada por la iglesia como un atentado directo contra la libertad religiosa y el servicio comunitario, ha generado preocupación entre feligreses, organizaciones civiles y defensores de derechos humanos.
En este contexto, el colectivo Diálogo Nacional por la Paz solicitó a la Secretaría de Gobernación medidas de protección urgentes para el sacerdote, sin que hasta el momento haya una respuesta oficial por parte de la dependencia federal.

A pesar de los múltiples intentos por obtener la postura de Gobernación —incluido el subsecretario de Derechos Humanos, Arturo Medina Padilla, y el área de Asuntos Religiosos—, no se ha informado si se otorgarán mecanismos de protección al religioso.
