Los hechos, registrados por cámaras de seguridad , muestran a una contratista independiente de Amazon defecando y orinando en los accesos de al menos dos viviendas en Los Ángeles. La empresa ya desvinculó a la trabajadora.
California (Marcrix Noticias)-Un hecho insólito y perturbador quedó registrado el pasado 10 de mayo en Los Ángeles, California, cuando cámaras de seguridad captaron a una repartidora de Amazon haciendo sus necesidades fisiológicas en al menos dos viviendas justo después de realizar entregas programadas.
En uno de los videos, difundido en redes sociales, se observa cómo la repartidora, luego de dejar un paquete en la entrada de una casa, se sube los pantalones cortos y deja a la vista evidencia clara de haber defecado en los escalones. En otro clip, captado por una segunda cámara de seguridad, se le ve orinando junto a otra caja recién entregada, a escasos centímetros del paquete.
I’m not sure if she ate some bad chocolate covered strawberries or is angry about working on Mother’s Day, but this Amazon driver just dropped off two completely different packages on the steps of this Los Angeles home. pic.twitter.com/FOCgsXjUbH
— Kevin Dalton (@TheKevinDalton) May 11, 2025
Tamara Bedoy, una de las propietarias afectadas, relató al canal local KTLA que su esposo salió brevemente a recoger el paquete y a comprarle un café por el Día de las Madres, cuando se encontró con la escena: heces y un charco de orina junto a la caja.
La situación empeoró cuando, apenas media hora más tarde, otra cámara registró a la misma mujer repitiendo el comportamiento en una vivienda distinta. En ambas ocasiones, la repartidora se retira sin mostrar señales de preocupación.
Consultada por el medio, Amazon confirmó que la trabajadora involucrada era una contratista independiente, y que tras ser identificada fue retirada de forma inmediata del servicio. “La conducta observada en los videos es completamente inaceptable”, declaró Richard Rocha, portavoz de la empresa.
El caso ha generado un amplio debate en redes sociales sobre la presión laboral de los repartidores, pero también sobre los límites del comportamiento profesional en el espacio público y privado.