Es la única sobreviviente
Ciudad de México (Marcrix Noticias).— Los sismos que azotaron a Turquía y a Siria desde el lunes pasado dejaron un saldo provisional superior a 23 mil muertos y el gobierno de Ankara decidió suspender las labores de rescate.
Si bien la solidaridad mundial se hizo patente, incluida la del gobierno mexicano al enviar canes especializados en el rescate de personas atrapadas, la comunidad internacional fue testigo de de hechos conmovedores.
Uno de estos fue el rescate con vida de una recién nacida en la ciudad siria de Jindires, quien aún con el cordón umbilical fue sacada de entre los escombros de un edificio.
La salud de la niña fue reportada como estable pese a estar herida y a que presentó un cuadro de hipotermia cuando la rescataron.
“Llegó con los miembros entumecidos por el frío. Su presión había bajado. Le dimos los primeros auxilios y la pusimos bajo perfusión porque había estado demasiado tiempo sin ser alimentada”, dijo el médico Hani Maaruf a la AFP sobre la niña.

“Lo cortamos (el cordón umbilical) y mi primo trasladó al bebé al hospital”, contó su rescatista.
La menor probablemente nació siete horas después del primer sismo ocurrido alrededor de las 4 horas del lunes 6 de febrero. Pesó 3.175 kilogramos.
La madre falleció, pero en redes sociales hubo usuarios que mostraron su solidaridad y hasta se propusieron para adoptar a la menor, quien nació en medio de la tragedia en un país asolado por los conflictos bélicos internos.
Es la única sobreviviente de la familia.

Los equipos de rescate encontraron los cadáveres de su padre, Abdalá Mleihan; su madre, Aafra; sus tres hermanas, su hermano y su tía.
“Buscábamos a Abu Rudayna, sobrenombre de Abdalá y a su familia. Primero encontramos a su hermana, luego a su mujer, luego a Abu Rudayna. Estaban juntos los unos contra los otros. Luego oímos un ruido y escarbamos. Limpiamos el lugar y encontramos a esta pequeña. Alabado sea Dios”, señaló a la AFP un miembro de la familia llamado Khalil Sawadi.
“Somos desplazados de Deir Ezzor, Abdalá es mi primo y estoy casado con su hermana”, agregó.
Contó que huyeron de esa zona esperando estar a salvo de la guerra civil de Siria, en Jindires, una localidad controlada desde el 2018 por los turcos y los grupos rebeldes proturcos.