Un tiburón megaboca varado en Piura fue consumido antes de ser estudiado, pese a su enorme valor científico.
Piura, Perú, (Marcrix Noticias).- Una rara especie de tiburón, que recaló en playa Negritos, en Perú, generó gran interés científico; sin embargo, el ejemplar fue despedazado y repartido entre los pobladores antes de que pudiesen estudiarlo. El incidente provocó debate entre especialistas y autoridades.
Se trataba de un tiburón megaboca (Megachasma pelagios), conocido como una de las especies más inusuales del planeta. Este tiburón habita a más de 1,000 metros de profundidad y rara vez se le observa en superficie, lo que convierte cada avistamiento en un evento de alto valor para la ciencia.

El espécimen hallado se encontraba en buen estado físico, lo que representaba una oportunidad excepcional para su análisis. Sin embargo, la ausencia de autoridades ambientales permitió que pobladores de la zona lo filetearan y repartieran su carne, impidiendo un estudio formal del ejemplar y la recolección de datos biológicos esenciales.
Importancia científica de la especie
El tiburón megaboca fue descrito por primera vez en 1976 y desde entonces se han registrado menos de 120 avistamientos en todo el mundo, según la NOAA. Su biología sigue siendo un misterio: se sabe que es un filtrador que se alimenta de kril, pero se desconoce su comportamiento migratorio, su reproducción y su dinámica poblacional.
Investigadores señalan que la pérdida del ejemplar limita la posibilidad de obtener muestras de tejidos, datos genéticos y mediciones morfológicas, elementos clave para comprender la salud de sus poblaciones y su rol en los ecosistemas de aguas profundas.
El fotógrafo Moisés Prieto Álvarez, testigo del hecho, lamentó lo ocurrido y subrayó la necesidad de educación ambiental y protocolos más rápidos para proteger especies vulnerables ante hallazgos inesperados.
La situación reavivó el debate sobre la gestión de la fauna marina en Perú. Autoridades y especialistas coinciden en que, ante especies tan poco conocidas, se requieren mecanismos de actuación inmediata para evitar la pérdida de información científica.
Un avistamiento de esta magnitud podría aportar datos sobre cambios en el océano, patrones de profundidad, salud ambiental e incluso alteraciones en corrientes marinas. En su lugar, la falta de intervenciones oportunas evidenció vacíos en la protección de fauna marina de interés global.
