Los presidentes de Rusia y China destacan la autosuficiencia y fortaleza de sus lazos bilaterales.
Rusia (Marcrix Noticias)-El presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo chino, Xi Jinping, sostuvieron este martes una videollamada centrada en el fortalecimiento de la alianza estratégica entre Moscú y Pekín. Este intercambio tuvo lugar en un momento crucial, tras la investidura de Donald Trump como cuadragésimo séptimo presidente de Estados Unidos, un evento que podría influir significativamente en el equilibrio geopolítico global.
Putin, dirigiéndose a Xi como su “querido amigo”, destacó la relevancia de la relación bilateral y expresó su deseo de trazar nuevos planes para consolidar la asociación integral ruso-china. Según el mandatario ruso, estos lazos se basan en “amistad, confianza, apoyo mutuo, igualdad y beneficio recíproco”, principios que, afirmó, los hacen autosuficientes e independientes de las dinámicas políticas globales.
Ambos líderes enfatizaron que la convergencia de intereses nacionales y la visión compartida sobre las relaciones entre grandes potencias fortalecen su alianza. En el contexto actual, Rusia enfrenta sanciones y aislamiento internacional debido a su guerra con Ucrania, mientras que China lidia con presiones de Estados Unidos relacionadas con su expansión militar y económica.
En este sentido, Moscú y Pekín ven en su cooperación una oportunidad para contrarrestar la influencia de Occidente. El presidente ruso subrayó que ambos países han logrado construir una relación estratégica que trasciende las circunstancias temporales y se enfoca en beneficios de largo plazo.
Durante la videollamada, Putin expresó su satisfacción por el estado actual de la cooperación bilateral, destacando avances en sectores clave como economía, tecnología, energía y defensa. Xi Jinping, por su parte, reafirmó el compromiso de China con el fortalecimiento de su relación con Rusia, resaltando que ambos países tienen un rol esencial en la configuración de un orden mundial multipolar.
El reforzamiento de la alianza ruso-china representa un desafío para Occidente, especialmente en un momento en que Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, podría adoptar políticas más agresivas hacia ambas potencias.
Con su cooperación estratégica consolidada, Moscú y Pekín envían un mensaje claro sobre su intención de resistir las presiones externas y promover un sistema internacional que privilegie sus propios intereses y valores.