La familia Rodríguez Morales, del Ejido El Triunfo, enfrenta pérdidas por plagas, cambio climático y restricciones al comercio exterior
Desde hace más de veinticinco años, la familia Rodríguez Morales, originaria del Ejido El Triunfo, en el municipio de La Independencia, Chiapas, se ha dedicado a la producción de jitomate como principal fuente de ingresos. Sin embargo, hoy enfrentan una crisis provocada por los nuevos aranceles impuestos por el gobierno de los Estados Unidos, sumada a las afectaciones del cambio climático y las plagas agrícolas.
José Armín Rodríguez Morales, el hijo menor de la familia, recuerda que entre los años dos mil nueve y dos mil quince, esta región de la Meseta Comiteca alcanzó su máximo auge como productora de jitomate. “Los compradores venían desde muy lejos y los invernaderos se veían desde diez kilómetros antes de llegar al pueblo”, relata.
Durante esa etapa, se instaló una empacadora en la zona para atender la alta demanda del producto.
A partir del año dos mil diecinueve, las condiciones comenzaron a deteriorarse. La proliferación de plagas, las lluvias irregulares y el deterioro de las tierras redujeron la producción de manera drástica: de producirse diez mil cajas por hectárea a la semana, ahora apenas logran cosechar dos mil quinientas.
El joven productor lamenta que muchos agricultores abandonaron la actividad por las pérdidas económicas. “Es muy difícil producir en estos tiempos tan complicados”, comenta mientras supervisa las tareas de selección del jitomate en la empacadora, donde aún trabajan alrededor de cincuenta personas.
Con los nuevos aranceles impuestos por el gobierno estadounidense, el panorama es cada vez más incierto para esta familia chiapaneca y muchas otras que, como ellos, dependen de la producción de jitomate como sustento económico.