Buscan cubrir las matrículas para estudiantes en escuelas secundarias, preparatorias y universidades para prevenir adicciones.
Cancún (Marcrix Noticias).- A fin de cubrir matrículas completas en escuelas secundarias, preparatorias y universidades de la ciudad, el Instituto Municipal Contra las Adicciones (IMCA) prevé para 2025 alcanzar un público de 45 mil estudiantes, un incremento significativo con respecto a los casi 20 mil atendidos en este año.
Su director, Alberto Ortuño Báez, señaló que aunque este número de alumnos atendidos no significa que sean adictos, es importante identificar y ayudar a quienes lo necesiten. “Las estadísticas dicen que cada uno de nosotros conocemos al menos 5 que pudieran enfrentar un problema de adicción, con o sin substancia”, mencionó.
En este sentido, el funcionario destacó que el IMCA lleva a cabo acciones para sensibilizar a la comunidad estudiantil y proporcionar herramientas que ayuden a identificar y tratar las adicciones en todas sus formas.
“Es importante que todos tengamos puesto el chip de que existe el IMCA; si vemos a alguien que necesita ayuda, hay que decirle que nos llame y acuda a esta institución. Los chavos cada vez más están abiertos a nosotros, no sólo en el tema de las substancia”, añadió.
Destacó la necesidad de romper estigmas de que la adicción es solamente estar tirado y dormido en las calles, lo cual va más allá, como es el caso de los celulares. “Muchas veces no somos conscientes que tenemos ese tipo de dependencia. Tú ves a los chavos a las 10:00 pm, sin dormir por el celular, con el acceso a muchas cosas que pueden causarles daño, mientras es probable que los padres estén en su casa durmiendo o trabajando”, indicó.
Además de trabajar actualmente con el Centro de Estudios Tecnológicos del Mar (Cetmar), continuó, impulsan la campaña “Yo no soy cómplice”, la cual iniciaron hace un mes y medio en las escuelas para generar conciencia entre los jóvenes sobre las consecuencias de las adicciones.
“No es sólo en ellos, sino también en los adultos, en hacernos responsables de la parte que nos corresponde en este tema, al igual que el adicto de su enfermedad, porque hay raíces que sanar y mucho trabajo por hacer, pero primero se tiene que admitir que hay un problema, aceptar la ayuda”, declaró.
A pesar de los esfuerzos que demanda este trabajo, que incluye largas jornadas de trabajo de hasta 12 horas, la respuesta por parte de los jóvenes ha sido positiva, aseguró.