Algunos de los cambios que planea el príncipe de Gales podrían generar un riesgo para la conexión tradicional entre la monarquía y el pueblo.
México (Marcrix Noticias)-El príncipe William, de 43 años y heredero al trono británico, ha sido advertido de actuar con cautela en la definición de cómo será su futuro reinado. Según el biógrafo real Robert Jobson, algunos de los cambios que proyecta podrían representar un riesgo para la relación tradicional entre la monarquía y la ciudadanía.
Uno de los pasos más relevantes será la mudanza de William y su familia a lo que será su residencia permanente antes de que termine el año. Aunque el nombre del lugar aún no ha sido revelado oficialmente, está previsto que se convierta en su base incluso tras asumir el trono. Esto implicará que el Palacio de Buckingham, emblema de la monarquía y residencia de la reina Isabel II hasta su fallecimiento, permanezca en gran medida desocupado.
Para Jobson, esta decisión marca un punto de inflexión:
“Creo que hay que tener cuidado con lo que se desea. La gente acude cuando ve, en especial, a personas como Sophie Wessex y al nuevo duque de Edimburgo, el príncipe Edward”, señaló en entrevista con The Sun.
El biógrafo subrayó que William busca rediseñar la institución real “a su manera”, impulsando una nueva generación de royals con mayor protagonismo. Sin embargo, advirtió que la esencia del rol monárquico no recae en la elección personal, sino en el deber:
“No se trata de una cuestión de elección, sino de una cuestión de deber. El papel del monarca es uno en el que el deber debe estar por encima de todo. Es un trabajo para toda la vida, y es un trabajo implacable”.
Desde la muerte de la reina Isabel II en 2022, William ha mostrado señales de querer diferenciarse de su abuela con un estilo más cercano y participativo. En 2023, durante un viaje a Sudáfrica para la entrega de los premios Earthshot, declaró que busca una monarquía “con una ‘r’ más pequeña en la palabra real”, en alusión a una realeza más empática y colaborativa.
La visión del príncipe apunta a un reinado que combine tradición e innovación. No obstante, expertos como Jobson advierten que, si William no logra mantener el vínculo emocional con los ciudadanos, la monarquía podría perder una de sus bases más sólidas: la conexión con el pueblo.