Según Bloomberg, refinerías en Texas y Luisiana han expresado su preocupación por la calidad del crudo mexicano, señalando que han tenido que recurrir a otros mercados, como Colombia y Canadá, debido a la problemática. De acuerdo con el reporte, el crudo de Pemex presenta hasta un 6% de agua, seis veces más que el estándar de la industria, lo que ralentiza su procesamiento.
El director de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla, reconoció las quejas de los compradores, pero negó que se hayan rechazado embarques. “No nos han rechazado ningún barco. Sí se quejan, pero es parte de la negociación de calidad”, afirmó.
Rodríguez explicó que el problema radica en la necesidad de aplicar productos químicos para desalar y deshidratar el crudo antes de su exportación. Aseguró que el contenido de agua y sal ha disminuido y que en breve se cumplirán nuevamente con las especificaciones requeridas.
La presidenta Claudia Sheinbaum minimizó la gravedad de la situación, asegurando que se trata de un problema común en la industria petrolera y que existen soluciones técnicas para corregirlo. Según la mandataria, el crudo afectado proviene de plataformas que abastecen a la refinería de Dos Bocas y el problema quedará resuelto en 10 días.
El informe de Bloomberg también apunta a problemas financieros dentro de Pemex, con una deuda de 20,000 millones de dólares con contratistas y una producción de apenas 1.6 millones de barriles diarios en 2024, una de las cifras más bajas en décadas.