El incidente, ocurrido en Australia, fue captado en un escalofriante video grabado por uno de los 17 paracaidistas a bordo, miembro del Far North Freefall Club.

Australia (Marcrix Noticias)-Un salto rutinario casi termina en tragedia sobre el norte de Queensland, Australia, cuando el paracaídas de un paracaidista quedó atrapado en la cola del avión del que acababa de saltar, dejándolo colgando a unos 15,000 pies de altura en una escena digna de una película de acción.

El verdadero ‘terror en las alturas’

El incidente, ocurrido en septiembre cerca del aeropuerto de Tully, fue captado en un escalofriante video grabado por uno de los 17 paracaidistas a bordo, miembro del Far North Freefall Club. Las imágenes, entregadas a la Oficina Australiana de Seguridad del Transporte (ATSB), muestran el momento en que el asa del paracaídas de reserva del saltador se engancha en un flap parcialmente extendido del ala del Cessna Caravan.

Ese enganche provocó que el paracaídas de reserva se desplegara de inmediato y terminara enredado en la cola de la aeronave, dejando al paracaidista forcejeando desesperadamente mientras colgaba del exterior del avión en movimiento.

El impacto del paracaídas enredado dañó el estabilizador izquierdo.

El piloto, que en ese momento desconocía lo ocurrido detrás de la aeronave, relató haber sentido cómo el avión “levantó la nariz” y perdió velocidad abruptamente. Pensando que estaba entrando en pérdida, aplicó potencia y empujó la columna de control hacia adelante para intentar recuperar el control, explicó el jefe del ATSB, Angus Mitchell, en declaraciones a la ABC.

Con la situación deteriorándose, 13 paracaidistas que aún estaban a bordo saltaron de inmediato. Otros dos permanecieron dentro mientras el hombre atrapado, armado con un cuchillo, logró cortar 11 líneas del paracaídas de reserva, lo que rasgó la tela y finalmente lo liberó del avión. Ya libre, desplegó su paracaídas principal y logró aterrizar con vida, sufriendo únicamente lesiones menores.

La pesadilla no terminó ahí

Arriba, el piloto continuaba batallando por controlar la aeronave hasta que, incapaz de estabilizarla por completo, declaró una emergencia “mayday” y se preparó para saltar él mismo. Sin embargo, tras descender unos 2,500 pies, recuperó suficiente control para decidir que podría aterrizar con seguridad, maniobra que finalmente completó sin mayores daños.

Las autoridades australianas investigan el incidente, que ya es considerado uno de los eventos más dramáticos relacionados con salto en paracaídas en la región. El video se ha convertido en una pieza fundamental para determinar cómo un salto recreativo pudo transformarse en una lucha desesperada por sobrevivir.

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