Daños recientes activan alerta internacional: ONU advierte riesgo nuclear
Ucrania (Marcrix Noticias) – El Organismo Internacional de Energía Atómica informó que la estructura que protege el reactor número cuatro de Chernobyl ya no garantiza el confinamiento de residuos radiactivos. La advertencia surge luego de un ataque con dron ocurrido el 14 de febrero, un hecho que reavivó las preocupaciones globales, ya que ONU advierte riesgo nuclear por el deterioro del sitio.
La entidad explicó que el Nuevo Confinamiento Seguro, construido en 2019 para contener los materiales del reactor destruido en 1986, sufrió daños significativos tras el impacto del artefacto y el posterior incendio. Su revestimiento quedó comprometido y la capacidad de aislamiento perdió eficacia.
Evaluación técnica confirma deterioro: ONU advierte riesgo nuclear
Según el OIEA, el daño detectado impide que la estructura mantenga sus funciones primarias de seguridad. Los equipos enviados al lugar completaron una inspección que reveló afectaciones en el techo y en paneles externos del escudo.
El director general del organismo, Rafael Grossi, señaló que se han aplicado reparaciones temporales, pero enfatizó que la restauración integral es urgente para evitar una degradación mayor.
Grossi indicó que los sistemas de monitoreo del NSC continúan operando y que no se identificaron daños permanentes en los elementos portantes.
Ucrania y Rusia reaccionan tras el incidente
El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky fue uno de los primeros en informar sobre el ataque, asegurando que los niveles de radiación se mantuvieron estables. Rusia negó su participación y rechazó haber dirigido acciones contra instalaciones nucleares.
Este incidente se suma a otros episodios registrados desde el inicio de la invasión rusa en 2022, cuando fuerzas militares tomaron temporalmente la planta de Chernobyl y retuvieron a su personal. Tras un mes, abandonaron el sitio y cedieron el control a las autoridades ucranianas.
Un sitio marcado por la historia y un riesgo persistente
El desastre de 1986 destruyó el reactor número cuatro y dispersó radiactividad sobre Ucrania, Bielorrusia, Rusia y partes de Europa. Más de 30 personas murieron en los primeros días y miles han experimentado efectos asociados a la exposición.
Regiones fuera de la zona de exclusión siguen habitadas por alrededor de cinco millones de personas, donde persisten tasas elevadas de enfermedades relacionadas con la radiación.
El Nuevo Confinamiento Seguro, cuya construcción inició en 2010 con un costo de 1,600 millones de dólares, fue diseñado para funcionar durante un siglo.
Sin embargo, el ataque obliga a considerar nuevas obras para garantizar la estabilidad del sitio. En su informe, la ONU advierte riesgo nuclear si no se interviene a tiempo.
