La ceremonia se realizará al mediodía en el Centro de Convenciones de la zona hotelera de Cancún, con presencia eclesiástica nacional.
Cancún (Marcrix Noticias).- La toma de posesión del nuevo obispo de la Diócesis Cancún–Chetumal ya tiene fecha y sede confirmadas. La ceremonia se llevará a cabo el 27 de febrero de 2026, a las 12:00 horas, en el Centro de Convenciones de la zona hotelera de Cancún, informaron fuentes eclesiásticas.
Se trata de la llegada de Salvador González Morales, designado por el Papa León XIV como nuevo titular de esta iglesia particular, luego de que fuera aceptada la renuncia de Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, presentada por motivos de edad hace aproximadamente dos semanas.
De acuerdo con la información disponible, la celebración incluirá los ritos canónicos correspondientes: lectura del decreto pontificio, juramento de fidelidad, profesión de fe y la participación del presbiterio diocesano, comunidades parroquiales e invitados especiales.
En este tipo de actos suele contemplarse la presencia del nuncio apostólico en México, del presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, así como de arzobispos y obispos de distintas diócesis del país, además de representantes de congregaciones religiosas.
También se prevé la asistencia de autoridades civiles y representantes políticos, como parte del protocolo habitual en ceremonias de esta relevancia para la vida pública y social de la entidad.
Continuidad pastoral en Quintana Roo
Fuentes cercanas a la diócesis señalaron que Mons. Pedro Pablo Elizondo Cárdenas permanecerá viviendo en Quintana Roo, donde continuará colaborando activamente en diversas actividades pastorales y eclesiásticas, ahora sin la responsabilidad administrativa directa de la diócesis.
Su permanencia busca dar continuidad y acompañamiento durante la transición, en una de las diócesis con mayor crecimiento poblacional y diversidad social del país.
La llegada del nuevo obispo marca el comienzo de una nueva etapa pastoral para la Diócesis Cancún–Chetumal, en un contexto regional caracterizado por el crecimiento urbano, la movilidad constante y los retos sociales asociados al turismo y la migración.
La comunidad católica fue convocada a participar en este acto, considerado uno de los momentos más significativos de la vida diocesana en los últimos años.