Isabel Castro busca rendir homenaje a los fans y presentar la historia de Selena a nuevas generaciones.
Estados Unidos (Marcrix Noticias)-A tres décadas de la muerte de Selena Quintanilla, su nombre sigue resonando como uno de los más influyentes en la música latina.
La Reina del Tex-Mex abrió caminos para las mujeres en distintos géneros y dejó una huella que hoy se refleja en el auge de la música regional mexicana. Ahora, su legado regresa a la pantalla con Selena y los Dinos: El legado de una familia, un documental que se estrena el lunes 17 de noviembre en Netflix y que, por primera vez, se construye a partir del archivo personal de los Quintanilla.
El proyecto, dirigido por Isabel Castro y producido por los hermanos de la cantante, Suzette y A.B. Quintanilla III, promete una mirada profundamente íntima.
“¿Quién mejor que nosotros para contar nuestra historia?”, afirma Suzette.
Una historia contada desde adentro
La conexión entre Castro y los Quintanilla comenzó poco después del estreno de Mija (2022).
“Las dos somos hermanas mayores”, recuerda la directora, una afinidad que ayudó a cimentar la confianza necesaria para abrir el archivo familiar: un tesoro de DVDs, VHS, rollos de película virgen y memorias USB acumulados por décadas.
“La bóveda”, como la llaman, contenía duplicados, material inédito y fragmentos cotidianos que revelaban a Selena más allá del escenario.
Entre los momentos más emotivos destacan grabaciones caseras hechas por Suzette, una carta escrita por la cantante a su esposo Chris Pérez y escenas dentro del mítico autobús de gira Big Bertha. Incluso Marcella Quintanilla, madre de Selena, rompió años de silencio para ofrecer su primera entrevista pública desde la muerte de su hija, acompañada de álbumes familiares nunca antes mostrados.
“Ver esos videos me recordó que era una joven de 23 años”, reflexiona Castro.
Más que una superestrella: un ícono cultural
Aunque la historia de Selena ha sido narrada múltiples veces —desde la película de 1997 que lanzó al estrellato a Jennifer Lopez hasta la serie de Netflix de 2020—, Castro buscó un equilibrio: honrar a los fans más fieles y, al mismo tiempo, acercar su historia a nuevas generaciones. Parte del desafío fue alejarse del enfoque tradicional que suele centrarse en las circunstancias de su muerte en 1995.
“No nos centramos en el asesinato”, asegura la directora. “Quería contar una historia sobre la alegría y el poder de una latina”.
Suzette coincide: “La persona que le quitó la vida no importa. Esto se trata de lo que creamos”.
Un retrato personal para una historia universal
El documental también profundiza en facetas menos conocidas de la artista: su identidad bicultural, su dominio del inglés y el español, su ascenso como mujer latina en una industria dominada por hombres y su relación con Chris Pérez, cuya fuga amorosa generó tensiones familiares en su momento.
“Ahora que soy mayor, me doy cuenta de que la vida es corta”, dice Suzette. “Me alegra que haya experimentado el amor”.
Sin narradores externos ni especialistas, la película se construye exclusivamente a través de entrevistas con la familia y miembros de Los Dinos, reforzando la intención de Castro: “Tomar este símbolo y volverlo íntimo, permitir al espectador conocerla como la conocieron ellos”.
Para Suzette Quintanilla, el objetivo es que el público —especialmente el latino— se vea reflejado en la historia de su hermana. Su deseo es que Selena y los Dinos inspire a las nuevas generaciones a perseguir sus sueños y a comprender por qué Selena sigue siendo un emblema cultural.
“Quiero que su legado, nuestro legado, continúe”, afirma. “Que entiendan lo que representa para nosotros como latinos y cómo puede seguir inspirando a quienes vienen detrás”.
