Orbán promete ignorar la orden de la Corte Penal Internacional contra el primer ministro israelí
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, llegará este miércoles a Hungría para reunirse con su homólogo, Viktor Orbán, en una visita que refuerza la relación entre ambos líderes y marca un desafío a las instituciones internacionales.
Este viaje de cuatro días ocurre pese a la orden de arresto internacional emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) contra Netanyahu por crímenes contra la humanidad en la guerra en Gaza.
Hungría desafía a la CPI
Orbán, conocido por su postura nacionalista y populista, ha criticado la decisión de la CPI, asegurando que su gobierno ignora la orden de arresto contra Netanyahu. Además, ha insinuado que Hungría podría considerar su salida del tribunal, del cual es miembro desde 2001.
Todos los países de la Unión Europea están adheridos a la CPI y tienen la obligación de ejecutar sus órdenes, aunque el cumplimiento depende de cada Estado.
La CPI acusa a Netanyahu de haber utilizado el hambre como arma de guerra al restringir el acceso a ayuda humanitaria en Gaza y de atacar intencionalmente a civiles. Israel ha rechazado estas acusaciones.
El tribunal recordó que ningún país miembro puede decidir unilateralmente ignorar sus órdenes, y que Hungría está obligada a detener a Netanyahu si entra en su territorio.
Críticas internacionales a la visita
Amnistía Internacional y Human Rights Watch han condenado la decisión de Hungría de recibir a Netanyahu sin acatar la orden de arresto.
Erika Guevara-Rosas, de Amnistía Internacional, instó a Hungría a cumplir sus obligaciones internacionales.
Liz Evenson, de Human Rights Watch, calificó la decisión de Orbán como un ataque al Estado de derecho y comparó el caso con el de Vladímir Putin, quien también tiene una orden de arresto de la CPI pero ha visitado países miembros sin ser detenido.
El caso pone en evidencia la falta de aplicación uniforme de las resoluciones de la CPI y el desafío que representa para la justicia internacional.