La mujer y el niño iban llegando a la cárcel para visitar a alias “El Troyano”.
Playa del Carmen(Marcrix Noticias).- La violencia ligada a la disputa entre grupos criminales volvió a cruzar una línea brutal este 25 de diciembre, cuando una mujer y su hijo menor de edad fueron asesinados a balazos frente al Centro de Retención Municipal de Playa del Carmen, justo en el horario de visitas.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 08:30 de la mañana, al final de la avenida Benito Juárez, en la franja ejidal donde se ubica la cárcel municipal. La familia había llegado desde Tulum para visitar a un interno identificado como Samuel Esteban “N”, alias “El Troyano” o “El Max”, presunto generador de violencia y vinculado a la célula criminal conocida como “Los Compich”.
De acuerdo con información preliminar, los agresores ya esperaban a las víctimas en el exterior del penal. Sin mediar palabra, abrieron fuego de manera directa contra la mujer, de aproximadamente 36 años, y su hijo de apenas tres años. El menor perdió la vida en el lugar; la madre fue alcanzada por las balas cuando intentó ponerse a salvo, falleciendo minutos después.
El ataque se dio en plena jornada de visitas y en un día festivo, lo que provocó pánico entre otras familias que se encontraban en la zona. Aunque las autoridades señalaron que no se trató de un atentado contra la ciudadanía en general, el crimen ocurrió a plena luz del día y en un espacio público.
Tras la agresión, elementos de la Policía Municipal desplegaron un operativo inmediato que derivó en la detención de al menos un sospechoso, así como el aseguramiento de un arma de fuego calibre 9 milímetros y un vehículo negro en el que el presunto responsable intentaba huir.
Las primeras líneas de investigación de la Fiscalía General del Estado apuntan a un ajuste de cuentas entre grupos delictivos rivales, principalmente entre “Los Compich” y “Los Pelones”, en el marco de la lucha por el control criminal en Tulum y la Riviera Maya. No obstante, se mantienen abiertas otras hipótesis.
Peritos criminalistas y agentes de investigación realizaron el levantamiento de indicios y el procesamiento de la escena, mientras los cuerpos fueron trasladados al Servicio Médico Forense. El doble homicidio, que incluye la muerte de un menor como daño colateral, marcó una Navidad teñida de sangre y evidenció la crudeza del conflicto criminal que se extiende más allá de las calles y alcanza incluso a las familias.
