Suzanne Rees fue hallada sin vida un día después de que el crucero Coral Adventurer zarpara sin ella.

 

Australia (Marcrix Noticias)-Una pasajera australiana de 80 años fue encontrada sin vida en una isla de la Gran Barrera de Coral, un día después de que el crucero en el que viajaba partiera accidentalmente sin ella.

Coral Expeditions, en la mira

La víctima, identificada como Suzanne Rees, residente de Sídney, participaba en un viaje de 60 días a bordo del Coral Adventurer, operado por la compañía Coral Expeditions, que circunnavegaba Australia.

El sábado, durante una parada en la isla Lizard, Rees descendió del barco para realizar una caminata con otros pasajeros hacia un mirador.

Según el relato de su hija, Katherine Rees, la mujer comenzó a sentirse mal durante la caminata debido al calor extremo y decidió regresar al punto de partida. Sin embargo, nadie la acompañó, y horas más tarde el crucero zarparía sin haber realizado un conteo de pasajeros, de acuerdo con versiones preliminares.

“Estamos conmocionados y entristecidos de que el Coral Adventurer partiera de la isla Lizard sin mi mamá después de una excursión organizada”, declaró Katherine Rees en un comunicado. “Parece que hubo una falta de cuidado y sentido común. Entendemos que mamá murió sola, probablemente exhausta o desorientada por el calor”.

Helicóptero localizó el cadáver de Suzanne Rees

El diario The Australian dio a conocer que el cuerpo de la mujer fue localizado al día siguiente por un helicóptero de búsqueda, a unos 50 metros del sendero hacia el mirador. Todo indica que habría caído por una pendiente o acantilado.

La Policía de Queensland confirmó que la muerte no se considera sospechosa, pero el caso ha sido remitido al tribunal del forense para una investigación formal.

“Esperamos que el proceso determine qué medidas pudo haber tomado la compañía para evitar esta tragedia”, expresó la hija de la víctima.

Por su parte, el director general de Coral Expeditions, Mark Fifield, aseguró que la empresa está colaborando “plenamente” con las autoridades.

“Hemos expresado nuestras más sinceras condolencias a la familia Rees y seguimos profundamente apenados de que esto haya ocurrido”, dijo Fifield en un comunicado.

La Autoridad Australiana de Seguridad Marítima también investiga por qué Rees no fue contabilizada al momento del embarque. Asimismo, un organismo de seguridad laboral analiza si existieron fallas en los protocolos de supervisión durante la excursión.

El caso recuerda a otros episodios trágicos ocurridos en la región, como el de Tom y Eileen Lonergan, una pareja de buzos estadounidenses que fue abandonada en el mar en 1998 durante una inmersión grupal. La tripulación no notó su ausencia hasta dos días después; sus cuerpos nunca fueron hallados.

La muerte de Suzanne Rees ha reabierto las preguntas sobre los controles de seguridad en las operaciones turísticas de la Gran Barrera de Coral y la responsabilidad de las compañías al garantizar la seguridad de sus pasajeros, especialmente de los más vulnerables.

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