Alrededor de 200 migrantes venezolanos se manifestaron frente a la estación Siglo XXI del INM en Tapachula para pedir su repatriación a Venezuela.
Tapachula, Chiapas, (Marcrix Noticias)-Este lunes, un grupo de aproximadamente 200 migrantes venezolanos se congregó frente a la estación Siglo XXI del Instituto Nacional de Migración (INM) en Tapachula para exigir al gobierno mexicano su repatriación inmediata a través de vuelos humanitarios. Los manifestantes solicitaron que estos vuelos no solo partan desde la Ciudad de México, sino también desde Tapachula y Tuxtla Gutiérrez, donde se concentra una gran cantidad de migrantes.
De acuerdo con estimaciones proporcionadas por agentes migratorios, en Tapachula hay cerca de 2 mil venezolanos que desean regresar a su país, mientras que en Tuxtla Gutiérrez se estima que la cifra ronda los mil 700.
Durante la protesta, los migrantes denunciaron las condiciones precarias en las que viven. Señalan que la falta de oportunidades laborales, los bajos salarios y los casos de explotación dificultan su permanencia en México. Además, destacaron el alto costo de vida en la región, particularmente en lo referente a la vivienda, alimentos y medicamentos.
La incertidumbre generada por el cierre de la frontera con Estados Unidos ha incrementado su desesperación. Muchos de ellos llegaron con la esperanza de cruzar legalmente a través de la aplicación CBP One, pero sus planes se vieron frustrados tras el regreso de Donald Trump a la presidencia estadounidense y la consecuente endurecimiento de la política migratoria.
Tal es el caso de María Ángel, una migrante venezolana que llegó a Tapachula en diciembre pasado:
“Todo cambió con el regreso de Trump. Ya no tenemos a dónde ir”, expresó.
Los manifestantes también cuestionaron la lentitud en los procesos de regularización migratoria, tanto del INM como de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), los cuales, según señalaron, pueden tardar varios meses. Esta situación, sumada a la falta de documentos legales, los mantiene en una situación de vulnerabilidad constante.
Frente a la falta de soluciones, algunas organizaciones civiles ya trabajan en alternativas legales para defender los derechos de estas personas en tránsito y facilitar su retorno voluntario a Venezuela.