Pese al frío extremo y al temor por redadas migratorias, cientos de fieles participaron en procesiones, misas y la tradicional Antorcha Guadalupana en la Gran Manzana.
Nueva York (Marcrix Noticias).– Cientos de mexicanos radicados en Nueva York celebraron este viernes a la Virgen de Guadalupe, patrona de México, en una jornada marcada por el frío extremo y el temor a redadas del Servicio de Migración y Control de Aduanas (ICE), pero impulsada por una fe que, aseguraron, fue más fuerte que el miedo.
Los fieles participaron en procesiones, danzas prehispánicas, música, oraciones y misas, portando imágenes de la Virgen, flores y banderas de México, como parte de una tradición que recuerda la aparición guadalupana de 1531 en el cerro del Tepeyac.
Muchos acudieron para agradecer favores, cumplir promesas o pedir por la paz y el bienestar de sus familias.
Uno de los actos centrales fue la Antorcha Guadalupana, una carrera de relevo que se celebra desde hace 24 años y que este año atrajo especialmente a jóvenes, muchos de ellos hijos de migrantes nacidos en Estados Unidos.

La antorcha partió de la Basílica de Guadalupe el 30 de agosto, recorrió nueve estados de México, cruzó el río Bravo por Camargo, Tamaulipas, y continuó su trayecto por Estados Unidos hasta Central Park, tras un recorrido de cerca de 5 mil kilómetros.
La organización Tepeyac, responsable del evento en Nueva York, señaló que el festejo estuvo a punto de cancelarse por el miedo a operativos migratorios; sin embargo, jóvenes decidieron correr “por sus padres y por todos los migrantes indocumentados”. En total, se estima que alrededor de 8 mil mexicanos participaron en distintos tramos del recorrido.

Historias de fe se repitieron durante la jornada. Lucía Romero, de 67 años, volvió a portar la antorcha por quinceavo año consecutivo, cumpliendo una promesa tras la muerte de su hijo. En tanto, Adolfo, un joven indocumentado de 20 años, dijo no temer al ICE por la fe que tiene en la Virgen: “Que sea lo que la virgencita y Dios digan”.
Las celebraciones también incluyeron una misa con mariachis en la catedral de San Patricio, donde el altar dedicado a la Virgen fue cubierto de rosas. Familias enteras acudieron, algunos con niños vestidos como Juan Diego, quienes fueron bendecidos durante el servicio religioso.
La jornada concluyó con la Danza de los Matachines frente a la catedral, ante la mirada de neoyorquinos y visitantes. Para los organizadores, el objetivo del evento es llevar un mensaje de fe, esperanza y unión, visibilizar la realidad de los migrantes y fortalecer el vínculo espiritual y cultural con la Virgen de Guadalupe, incluso en medio de la incertidumbre migratoria.
