El Tren Maya bloqueó el acceso a las tierras de cultivo.

Campesinos denuncian que la base de mantenimiento del Tren Maya bloqueó el acceso a sus cultivos y el Fonatur incumplió los acuerdos firmados en 2024.

 

Quintana Roo (Marcrix Noticias).- Para unas 150 familias del ejido Felipe Carrillo Puerto, en Quintana Roo, la base de mantenimiento del Tren Maya se ha convertido en un obstáculo. El complejo, construido por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), ocupa un terraplén de 14 hectáreas que bloquea el acceso a las milpas y cultivos de cítricos que rodean la zona.

Las instalaciones incluyen un taller, un edificio administrativo, un destacamento de la Guardia Nacional y un estacionamiento. Sin embargo, para los campesinos, la obra representa más problemas que beneficios. “El 18 de junio de 2024, Fonatur firmó un convenio para construir rampas y caminos sacacosechas, pero no ha cumplido”, señaló Carlos Koyoc Pacab, presidente del Consejo de Vigilancia del ejido.

Entre noviembre y diciembre de 2019, se realizaron asambleas informativas para socializar el proyecto del Tren Maya. Durante esos encuentros, las autoridades destacaron los posibles beneficios del ferrocarril, pero omitieron los impactos negativos que generaría.

La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) advirtió que las comunidades no recibieron información completa. “Durante las sesiones observadas, las personas preguntaron sobre los impactos sin obtener respuestas claras”, señaló el organismo.

 

El Tren Maya y la falta de estudios ambientales

 

El entonces comisariado ejidal Elías Be Cituk aseguró que las autoridades nunca presentaron los estudios de impacto ambiental del Tren Maya durante la consulta de 2019. “Nos dijeron que después se harían consultas específicas, pero eso nunca ocurrió”, afirmó.

Aunque en 2020 se publicó la Manifestación de Impacto Ambiental del tramo 6, las comunidades de Felipe Carrillo Puerto no fueron consultadas. Años después, los campesinos siguen esperando las obras prometidas por Fonatur para poder trabajar sus tierras.

Desde el puente vehicular que cruza las vías del Tren Maya, la base de mantenimiento contrasta con el paisaje verde de las milpas. Fonatur instaló vallas con púas que obstaculizan el paso a las parcelas. “Tememos que cierren el acceso. El tren no nos trajo desarrollo, fue un chasco”, dice Koyoc Pacab. “No cumplieron con las rampas, los puentes ni los pozos de riego. Y tampoco pagaron los daños causados durante las obras”, lamentó.

 

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