El hecho de que Norma Lucía Piña Hernández, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal, provenga de carrera judicial anticipa que habrá protección a la independencia del poder Judicial de la Federación, coincidieron los especialistas César Astudillo y Laurence Pantin.

El hecho de que Norma Lucía Piña Hernández, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), provenga de carrera judicial anticipa que habrá protección a la independencia del poder Judicial de la Federación, coincidieron los especialistas César Astudillo y Laurence Pantin.

“Es muy importante darle un voto de confianza a la ministra porque bajo esta triple condición, característica de su perfil, que es mujer, académica y que proviene de la carrera judicial vamos a ver una administración que se va a desmarcar muy rápidamente de la anterior y que va a ir dando pasos bien encaminados que, sobre todo, dejen constancia de la independencia judicial con la que tiene que actuar la Corte y el conjunto de tribunales del poder Judicial de la Federación”, afirmó el constitucionalista.

La coordinadora del Programa de Transparencia en la Justicia y Proyectos Especiales de México Evalúa opinó que Piña Hernández “tiene una larga trayectoria en el poder Judicial y es ministra de carrera judicial, que llegó por concursos de oposición, por criterios meritocráticos y está bastante desvinculada de la política. Esto implica que en la manera de llevar a cabo los debates dentro del pleno de la Corte podemos esperar que se realicen de manera completamente objetiva e imparcial. Su elección permite pensar que habrá protección a la independencia judicial”.

Astudillo dijo que para la presidenta del CJF, lo más relevante será hacerse cargo de la carrera judicial, que tiene que ver con la forma en la que se accede al poder Judicial, desde los peldaños más modestos hasta los más importantes que son los de magistrados de circuito.

“Debe ver que todos hagan su labor adecuadamente, pero también cuando se cometan irregularidades, cuando haya infracciones, conductas sobre las cuales deriven responsabilidades, atenderlas y sancionarlas… con el sistema de adscripciones, de adonde se van, a qué estado de la República, ciudad o municipio se van los jueces y magistrados, que a veces pasa por premiarlos o castigarlos.

Pantin explicó que el CJF es un órgano colegiado que tiene que ver con la administración de los recursos materiales, financieros y humanos del poder Judicial de la Federación.

Todos los juzgados y tribunales a nivel federal, excluyendo la SCJN y el TEPJF que tienen su propio sistema de administración independiente, el resto del PJF es administrado por el CJF, agregó.

Lo que implica manejo del presupuesto, de los recursos materiales, edificios, mantenimiento y asegurar que los trabajadores de juzgados y tribunales federales tengan el material necesario para realizar sus tareas.

Así como la designación de los funcionarios judiciales, su evaluación, adscripción, investigación de posibles conductas irregulares y sanciones.

FA y GN, lo pendiente

Astudillo y Pantin coincidieron también en que entre los temas urgentes de resolución bajo la nueva presidencia de la ministra Piña Hernández destaca todo lo concerniente al papel de las fuerzas armadas y Guardia Nacional, no resueltos bajo la presidencia del ministro Zaldívar y que llevan mucho tiempo detenidos en la Corte.

“Lo más relevante y que hablaría muy bien de la Corte y de esta nueva faceta de plena independencia es que empezaran por resolver estos asuntos que van a ser mediáticamente muy vistos por lo que van a resolver… () ese es el principal tema al que le tiene que poder atención la ministra Piña”, dijo Astudillo.

Texto/Fotos: Redacción El Economista / https://www.eleconomista.com.mx/ Foto: Internet

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

No puedes copiar el contenido de esta página