Un día central en la Semana Santa, celebra la institución de la Eucaristía, el lavatorio de pies y la traición de Judas, momentos clave antes de la crucifixión de Cristo.
Cancún (Marcrix Noticias).- El Jueves Santo es uno de los días más importantes para los cristianos, ya que marca el inicio del Triduo Pascual, los tres días clave de la Semana Santa que conmemoran la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.
Este día se recuerda la Última Cena de Jesús con sus discípulos, un evento central en la vida de la Iglesia, que establece la Eucaristía y simboliza el sacrificio de Jesús por la salvación de la humanidad.
La Última Cena: Institución de la Eucaristía
Durante la Última Cena, que se celebra en la víspera de su crucifixión, Jesús instituyó el sacramento de la Eucaristía, compartiendo el pan y el vino con sus discípulos.
Según los evangelios, Jesús tomó un pan, lo partió y lo distribuyó entre ellos, diciendo: “Tomad y comed, este es mi cuerpo, que será entregado por vosotros”. Luego, tomando un cáliz con vino, lo ofreció a sus discípulos, diciendo: “Tomad y bebed todos de él, porque esta es mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por muchos para el perdón de los pecados”.
Este acto, realizado en la Cena Paschal (la cena de la Pascua judía), se convierte en el sacrificio eterno de Cristo y el acto central de la fe cristiana, conocido como la Eucaristía.
Desde entonces, los cristianos celebran este sacramento en cada misa, recordando la entrega de Jesús por la humanidad.
El Lavatorio de Pies: Un Acto de Servicio y Humildad
Otro momento trascendental del Jueves Santo es el lavatorio de pies. Según el Evangelio de Juan, Jesús se arrodilló y lavó los pies a sus discípulos, un acto que fue en parte una enseñanza de humildad y servicio.
Este gesto no sólo refleja el compromiso de Jesús con el amor al prójimo, sino que también invita a sus seguidores a seguir su ejemplo, sirviendo con humildad a los demás, sin buscar reconocimiento ni poder.

La Traición de Judas y la Oración en el Huerto de Getsemaní
En la misma noche, Jesús anticipó su traición por parte de Judas Iscariote y la negación de Pedro, dos eventos que marcarían la entrada de Jesús en su pasión. Jesús, consciente de lo que le esperaba, también se retiró al Huerto de Getsemaní para orar en soledad.
En esta escena, expresó su angustia a Dios, pidiendo si fuera posible que se evitara su sufrimiento, pero se sometió a la voluntad divina: “Padre, si es posible, pase de mí este cáliz; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”.
Este acto de oración profunda en el huerto resalta la humanidad de Jesús, quien se enfrenta a la angustia y la duda, pero se entrega con total confianza al plan divino.

El Triduo Pascual: Tres Días de Reflexión y Fe
El Jueves Santo da inicio al Triduo Pascual, que culmina con el Domingo de Resurrección. Estos tres días son un periodo de reflexión, oración y penitencia, donde los cristianos recuerdan los momentos más intensos de la vida de Jesús: su sufrimiento y sacrificio en la crucifixión (Viernes Santo) y su victoria sobre la muerte en la Resurrección (Domingo de Pascua).
El Jueves Santo no es sólo un recordatorio de los eventos previos a la crucifixión de Jesús, sino una invitación a los cristianos a vivir su fe a través de la humildad, el servicio y la unidad.

