embargo contra usuarios con adeudos de agua potableJohanna Hernandez, 23, holds her son David, 5, so he can wash his face and drink clean water flowing from one of the taps in Jamastran ADP, built by the community with funding from World Vision US and major donor, Refined Technologies, based in Texas. Story Summary: Drinking dirty water affected all of life in Jamastran, in Eastern Honduras, creating perpetual health problems for the 3,000 people who live in two communities—Sartenejas and Zamorano—many of them children. Men, women, and children got their water the Hato River. “We found it was contaminated with Hepatitis A and poisons,” says Dr. Zulema Lopez, who blames the animals who drink and expel waste there and the pesticides that trickle into the river from the coffee and tobacco fields that provide residents with a meager income. “It’s normal to see children throwing up and expelling worms,” says Ana Lainez, the clinic’s nurse. The clinic routinely treats children who are malnourished and suffering from diarrhea—sometimes even cholera. Some damage can never be undone. “It affects their cognitive development,” says Dr. Zulema. If that’s not enough, the clinic gets its water from the very source of so much illness—the Hato River. Lips pursed, Nurse Ana opens the tap in the delivery room. Brown water runs out like tea steeped too long in a pot. “We can’t even wash our hands in it,” she says. Families suffer the most. Every day, Johanna Hernandez, 23, would walk a 6K (3.7 miles) the average distance people around the world walk to get water for drinking, cooking, and cleaning. Three times a day, she would fill an old wheelbarrow with empty soda bottles and take her sons, David, 5, and Noe, 3, to the river. Shivering, she waded knee-deep into the cold, chocolate-colored water, while the boys played in the sand on the bank. Filling soda bottles, their once-cheerful labels peeling with wear, is both tedious and dangerous. Only a few months before, David had been caught in the current,

Familias de Quintana Roo denuncian procedimientos de embargo por deudas acumuladas con CAPA y recargos que elevan los montos.

 

Cancún, (Marcrix Noticias).- La Dirección de Recuperación de Adeudos y Ejecución Fiscal (DRAEF) inició procedimientos de embargo contra usuarios con adeudos de agua potable. Al menos 150 familias enfrentan acciones por deudas acumuladas con la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA), de acuerdo con el gestor comunitario Jorge Luis Herrera Romero.

Aunque muchas de las deudas originales son bajas, pero los recargos y accesorios fiscales incrementan los montos hasta 80 mil o 90 mil pesos, cantidades difíciles de cubrir para usuarios de bajos ingresos.

Los intentos de embargo incluso llegaron a zonas ejidales, aunque por lo mismo no procedieron, dijo Herrera Romero. Como ejemplo, dijo que en semanas recientes, la DRAEF intentó embargar una propiedad en la comunidad de Luis Echeverría.

Herrera Romero indicó que continúa acompañando a varias familias que buscan llegar a acuerdos con CAPA para evitar la pérdida de sus bienes.

 

Urgen iniciativas para apoyar a familias de escasos recursos

 

Recordó que a inicios de año presentó una iniciativa en el Congreso de la Unión para condonar adeudos de agua potable a familias de escasos recursos. Sin embargo, esta no avanzó.

También advirtió que una propuesta similar impulsada por el diputado Hugo Alday Nieto podría quedar estancada.

El gestor relató que personas en situación económica crítica se encuentran entre las más afectadas. Mencionó el caso de una pensionada con salario mínimo cuya deuda llegó a 80 mil pesos y que ahora enfrenta un proceso de aseguramiento de bienes.

Herrera pidió al Gobierno de Quintana Roo y al Congreso local coordinar esfuerzos para evitar nuevas medidas de embargo contra usuarios con adeudos de agua potable, especialmente en zonas vulnerables de la entidad.

 

Datos recientes sobre morosidad y pérdidas de agua

 

El director de CAPA, Hugo Garza Sáenz, informó en octubre que la DRAEF otorgó un subsidio de 86.3 millones de pesos en beneficio de 3,110 usuarios con adeudos.

Hasta 2024, la morosidad registrada ascendía a 1,200 millones de pesos y cerca del 50% del agua potable producida se desperdiciaba por fallas en la infraestructura hidráulica.

Las cifras correspondientes a 2025 aún no han sido actualizadas.

 

 

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