Guillermo de Luxemburgo juró la constitución ante el parlamento.

 

Estados Unidos (Luxemburgo vivió este viernes 3 de octubre una jornada histórica: tras 25 años en el trono, el gran duque Enrique firmó su abdicación en favor de su hijo mayor, Guillermo, marcando el inicio de un nuevo capítulo en la monarquía europea. El acto reunió a miembros de la familia ducal, representantes del gobierno y de las casas reales de Países Bajos y Bélgica.

La ceremonia de renuncia tuvo lugar en el Palacio Ducal poco después de las 10:00 de la mañana. Enrique, acompañado por su esposa María Teresa y sus cinco hijos, rubricó el documento que lo relevó oficialmente de sus funciones.

Entre los gestos que marcaron la jornada destacó la reverencia de las herederas Amalia de los Países Bajos y Elisabeth de Bélgica hacia los grandes duques, un recordatorio de los lazos históricos que unen a estas dinastías.

Aunque el protagonismo estaba en el nuevo gran duque Guillermo, parte de la atención recayó en el pequeño príncipe Charles, de apenas cinco años, quien pasa a ser el heredero al trono más joven de Europa.

El primer ministro luxemburgués, Luc Frieden, subrayó durante el evento el carácter cosmopolita del país y su relevancia como sede de instituciones de la Unión Europea, destacando que el relevo generacional también proyecta estabilidad en el continente.

A las 11:00, la proclamación oficial de Guillermo tuvo lugar en la Cámara de Diputados. El acto combinó formalidad y cercanía, con discursos institucionales y la presencia de toda la familia ducal, incluida Stéphanie, ahora gran duquesa consorte.

Guillermo jura como Gran Duque de Luxemburgo

En paralelo, Enrique y María Teresa recibieron muestras de afecto por sus años de servicio, en una transición que evocó el acto de hace un año cuando Guillermo fue nombrado lugarteniente, preludio del traspaso definitivo.

Guillermo, de 43 años, se convierte en el séptimo soberano de la dinastía Nassau-Weilbourg, que reina en Luxemburgo desde 1890 y que comparte raíces con la Casa de Orange-Nassau, la familia real de los Países Bajos.

La conexión es histórica: hasta 1890 Luxemburgo y los Países Bajos estuvieron unidos bajo un mismo monarca, pero se separaron cuando la reina Guillermina heredó el trono neerlandés y, por las leyes sálicas vigentes en Luxemburgo, el ducado pasó a la rama masculina de los Nassau-Weilbourg.

Las celebraciones concluirán por la noche con una recepción oficial en el Cercle Cité y una cena de gala en el Palacio Gran Ducal, con la que Luxemburgo celebrará la continuidad de su monarquía, ampliamente aceptada por los ciudadanos, bajo la guía de una nueva generación.

(Con información de Infobae)

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