Pierde mercado frente a competidores privados y sus empleados exigen mejoras salariales
Cancún (Marcrix Noticias).— Con una antigüedad de 30 años, la funeraria municipal de Benito Juárez parece estar en un velatorio y próxima a su entierro.
Sin publicidad y sin precios competitivos en un mercado en donde más compañías privadas ganan terreno, la funeraria municipal enfrenta un desplome en la demanda de sus servicios por diversos factores, así como reclamos de empleados que exigen aumentos salariales.
La demanda de servicios de la funeraria, que depende de Operadora y Administradora de Bienes Municipales, cuya directora general es Landy Canché, ha ido a la baja por lo menos en el último año.

En lo que va del año registra apenas uno o dos servicios diarios cuando hace dos años se daban hasta tres sepulturas y tres cremaciones. Ahora no lleva a cabo ninguna cremación.
A partir de la pandemia, Cancún experimentó un auge en la apertura de funerarias privadas, cuyos paquetes de servicios son competitivos y con instalaciones recién edificadas.
La funeraria municipal padece las consecuencias del inevitable paso del tiempo y refleja el escaso mantenimiento y la falta de modernización de sus instalaciones.
Además, está ubicada en un área considerada riesgosa para muchos de los cancunenses.

La semana pasada una competidora privada, Funeraria Cancún, atendió cinco servicios diarios, mientras que la funeraria municipal no tuvo nada. Y hasta 2018 ambas tenían los mismos servicios.
La gente no va a la funeraria municipal porque paga lo mismo o hasta más, pero por instalaciones prácticamente abandonadas y en una zona peligrosa.
Conflicto laboral
El mes pasado, el Ayuntamiento de Benito Juárez ordenó el cierre del rastro municipal por las condiciones insalubres en las cuales operaba y liquidó a 40 trabajadores.
En la funeraria pública trabajan 13 personas, entre administrativos, operativos y embalsamadores. Sin embargo, las relaciones laborales parecen complicarse.
Los empleados han solicitado un incremento salarial que ha sido rechazado y el lunes 20 de marzo, día de asueto por el festejo del natalicio de Benito Juárez, fueron obligados a trabajar cuando todos los servidores públicos municipales lo descansaron.
En protesta, los empleados realizaron un paro de “brazos caídos”, pero la funeraria respondió descontándoles el día
Esta mañana, intentaron negociar con los administradores el pago de salarios sin obtener una respuesta favorable, por lo cual debieron trasladarse a Palacio Municipal para externar la problemática.