La actriz fue diagnosticada con un agresivo cáncer cerebral en noviembre de 2024; compartió su proceso en redes sociales hasta sus últimos días.
Cincinnati, Ohio (Marcrix Noticias).– La actriz estadounidense Kelley Mack, conocida por su papel de Addy en la serie “The Walking Dead”, falleció el pasado 2 de agosto a los 33 años en su ciudad natal, Cincinnati, tras luchar contra un glioma difuso de línea media, un tipo de cáncer cerebral altamente agresivo y poco común.
La noticia fue dada a conocer por sus familiares a través de un comunicado publicado en las redes sociales de la actriz, en el que expresaron: “Una luz tan brillante y ferviente ha transitado al más allá, donde todos finalmente debemos ir”. También confirmaron que su madre y su tía la acompañaron hasta el final de su tratamiento.
Kelley Mack fue diagnosticada en noviembre de 2024, poco después del Día de Acción de Gracias, y desde entonces compartió abiertamente su proceso con sus seguidores.
Los síntomas comenzaron en octubre con dolor lumbar intenso, seguido de molestias en piernas y espalda. La actriz relató que tuvo que dormir durante semanas en un sillón reclinable debido al dolor, hasta que una resonancia reveló una masa anormal en su médula espinal.
Posteriormente, fue sometida a una biopsia que le provocó parálisis parcial en ambas piernas. A pesar de ello, continuó su tratamiento, incluyendo radioterapia de protones, y mostró avances en su recuperación hasta marzo pasado.
Originaria de Ohio, Kelley comenzó su carrera como actriz infantil en anuncios publicitarios y a los 16 años actuó en su primer cortometraje. Se graduó en cinematografía por la Universidad Chapman en 2014 y trabajó como actriz, guionista y productora ejecutiva.
Saltó a la fama internacional en 2018 con su papel en “The Walking Dead” y más tarde participó en series como “9-1-1” y “Chicago Med”. También prestó su voz a Spider-Gwen en una campaña de comerciales de “Spider-Man: Into the Spider-Verse”.
De carácter positivo y entregada a su arte, Kelley Mack fue recordada por sus seguidores como una mujer talentosa y resiliente. Su muerte ha generado múltiples mensajes de condolencia entre fanáticos, colegas y amigos.
El glioma difuso de la línea media, enfermedad que terminó con su vida, es un tumor canceroso que afecta el sistema nervioso central.
Ver esta publicación en Instagram
Según el Instituto Nacional del Cáncer, tiene un crecimiento rápido y puede propagarse en el cerebro y médula espinal. Sus síntomas incluyen debilidad muscular, dificultad para caminar, pérdida del equilibrio y dolores severos.
Los tratamientos más comunes incluyen cirugía, radioterapia y, en algunos casos, quimioterapia, aunque el pronóstico suele ser reservado.
Con su partida, Kelley deja un legado importante en la televisión, el cine independiente y el corazón de sus admiradores.