Múltiples explosiones en la planta Clairton Coke Works de U.S. Steel, cerca de Pittsburgh, causaron la muerte de un trabajador, dejaron a otro desaparecido y provocaron heridas a al menos diez personas

Estados Unidos. (Marcrix Noticias).- Una tragedia sacudió este lunes 11 de agosto de 2025 a la planta siderúrgica Clairton Coke Works de U.S. Steel, ubicada a 24 kilómetros de Pittsburgh, Pensilvania, cuando múltiples explosiones dejaron un saldo de un trabajador fallecido, un desaparecido y al menos diez heridos. El siniestro, registrado en el área de baterías de coque, provocó una densa columna de humo negro visible en todo el valle del río Monongahela, generando alarma en la comunidad local.

Según las autoridades del condado de Allegheny, la primera explosión se reportó a las 10:51 de la mañana, seguida de detonaciones secundarias que, aunque no causaron lesiones adicionales de gravedad, complicaron las labores de control de la emergencia. Equipos de rescate trabajan contrarreloj para ubicar a una persona atrapada bajo los escombros, en una operación que requiere precisión técnica.

El fallecido fue identificado como Timothy Quinn, de 39 años, informó el alcalde de Clairton, Richard Lattanzi, quien calificó el día como “horrible” para la ciudad. Los heridos, en su mayoría con lesiones no mortales, fueron trasladados a hospitales locales, algunos a unidades de quemados, sin que se haya detallado la gravedad exacta de sus condiciones.

La magnitud del incidente se sintió más allá de la planta, con residentes reportando temblores en sus hogares. “Todo lo que vi por la ventana fue humo negro, muy oscuro”, relató una testigo, mientras otro habitante describió cómo su casa tembló con las detonaciones. Por precaución, las autoridades pidieron a quienes viven en un radio de 1.6 kilómetros permanecer en interiores y recircular el aire.

Aunque la ejecutiva del condado, Sara Innamorato, afirmó que los monitores no detectaron niveles peligrosos de partículas PM 2.5 ni dióxido de azufre, las medidas preventivas continúan. La compañía, ahora propiedad de Nippon Steel tras una adquisición en junio, colabora con las investigaciones para esclarecer las causas de las explosiones. La planta es la mayor productora de coque en Estados Unidos y emplea a cerca de 1,300 personas, siendo un pilar histórico de la llamada “Ciudad del Acero”.

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